Ester 5:2 - Biblia Castilian 2003 Cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, se sintió complacido. El rey tendió hacia Ester el cetro de oro que ten a en la mano. Ester se acercó y tocó la extremidad del cetro. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando vio a la reina Ester de pie en el patio interior, ella logró el favor del rey y él le extendió el cetro de oro. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando el rey vio a la reina Ester, que estaba en pie en el patio, ella halló gracia ante sus ojos, y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, se sintió complacido. El rey tendió hacia Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Ester se acercó y tocó la extremidad del cetro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue que cuando el rey vio a la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Esther el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces se acercó Esther y tocó la punta del cetro. |
Ahora, oh Se or, esté atento tu o do a la oración de tu siervo, a la oración de tus siervos, que se complacen en reverenciar tu nombre. Concede a tu siervo que hoy tenga éxito y que halle clemencia ante ese hombre'. Yo era entonces copero del rey.
Le agradó la joven, que se conquistó su favor; de modo que se apresuró a proporcionarle lo necesario para su atav o y su mantenimiento; le asignó, además, siete doncellas escogidas del palacio del rey y la instaló, con ellas, en el mejor aposento del harén.
'Todos los servidores del rey y el pueblo de todas sus provincias saben que hay una ley suya, en virtud de la cual todo hombre o mujer que se presente ante el rey, en el atrio interior, sin haber sido llamado, es condenado a muerte; sólo se salva aquel hacia quien el rey tiende su cetro de oro. Yo no he sido llamada para presentarme al rey desde hace treinta d as'.
El rey extendió hacia Ester el cetro de oro. Ester se levantó, se quedó de pie en presencia del rey,
Arroyo es el corazón del rey en manos de Yahveh: que él dirige adonde quiere.
Fijó su vista en él y, atemorizado, le dijo: '¿Qué pasa, Se or?'. Le respondió: 'Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios.
y lo libró de todas sus tribulaciones, dándole gracia y sabidur a ante el Faraón rey de Egipto, que le nombró superintendente sobre Egipto y sobre toda su casa.