Vinieron todos sus hijos y todas sus hijas a consolarlo; pero él estaba inconsolable y dec a: 'En duelo bajaré al seol, al lado de mi hijo'. Y su padre le lloraba.
Ester 4:4 - Biblia Castilian 2003 Las doncellas de Ester y sus eunucos entraron a comunicárselo; y la reina sintió inmensa angustia. Mandó vestidos para que se los pusiera Mardoqueo y se quitara el sayal, pero él no los aceptó. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron. Entonces la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio; mas él no los aceptó. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando las doncellas y los eunucos de la reina Ester se le acercaron y le contaron lo de Mardoqueo, ella se angustió profundamente. Le envió ropa para reemplazar la tela áspera, pero él la rechazó. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Ester se enteró de todo eso por medio de sus damas y de sus eunucos, quedó horrorizada. Mandó ropa a Mardoqueo para que se la pusiera en vez del saco, pero éste se negó. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando las doncellas de Ester y sus eunucos le informaron, la reina se estremeció° en gran manera. Luego envió vestiduras para que se las vistiera Mardoqueo, y se quitara de encima su saco,° pero él no lo aceptó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Las doncellas de Ester y sus eunucos entraron a comunicárselo; y la reina sintió inmensa angustia. Mandó vestidos para que se los pusiera Mardoqueo y se quitara el sayal, pero él no los aceptó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vinieron las doncellas de Esther y sus eunucos y se lo dijeron; y la reina tuvo gran dolor, y envió vestiduras para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio de sobre él; mas él no las recibió. |
Vinieron todos sus hijos y todas sus hijas a consolarlo; pero él estaba inconsolable y dec a: 'En duelo bajaré al seol, al lado de mi hijo'. Y su padre le lloraba.
Levantó él los ojos hacia la ventana y gritó: '¿Quién está conmigo? ¿Quién?'. Se asomaron a mirar dos o tres eunucos
Pero, en contra de la orden del rey transmitida por medio de los eunucos, la reina Vast se negó a acudir. El rey se enojó mucho y la ira se encendió en él.
En cada una de las provincias, all donde llegaban la orden y el decreto del rey, hab a entre los jud os gran duelo y ayuno y llanto y lamentaciones; y muchos se acostaban sobre sayal y ceniza.
Llamó Ester a Hatac, uno de los eunucos que el rey hab a puesto a su servicio, y le dio la orden de ir adonde estaba Mardoqueo, para averiguar qué era aquello y a qué era debido.
Mi voz hacia el Se or, yo me lamento, mi voz hacia el Se or, y él me escucha.
Que no diga el extranjero que se ha asociado a Yahveh: 'Me separará totalmente Yahveh de su pueblo'. Que no diga el eunuco: '¡Ay! Soy un le o seco'.
As dice Yahveh: '¡Escuchad! En Ramá se oye un lamento, un llanto muy amargo: Raquel llora por sus hijos, inconsolable, por sus hijos, porque ya no existen'.
Se levantó y partió. Un et ope, eunuco, alto funcionario de Candace, reina de los et opes, que estaba al frente de todos sus tesoros, hab a venido a Jerusalén a adorar.
Exigirá el diezmo de vuestras cosechas y de vuestras vi as para dárselo a sus eunucos y funcionarios.