y que inclinó hacia m la benevolencia del rey, de sus consejeros y de todos los altos oficiales del rey! Yo me sent fortalecido, porque estaba conmigo la mano de Yahveh, mi Dios, y por eso reun a los jefes de Israel para que subieran conmigo.
Esdras 8:31 - Biblia Castilian 2003 El d a doce del mes primero partimos del r o Ahavá para dirigirnos a Jerusalén. La mano de nuestro Dios estaba con nosotros y nos libró de enemigos y salteadores durante el camino. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y partimos del río Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino. Biblia Nueva Traducción Viviente El 19 de abril, levantamos el campamento junto al canal de Ahava y nos dirigimos a Jerusalén. La bondadosa mano de nuestro Dios nos protegió y nos salvó de enemigos y bandidos a lo largo del camino. Biblia Católica (Latinoamericana) Dejamos el río Ahava para dirigirnos a Jerusalén, el doce del primer mes; la mano de nuestro Dios estaba con nosotros y nos protegió a lo largo del camino de los ataques de los enemigos y salteadores. La Biblia Textual 3a Edicion Partimos entonces del río Ahava el doce del mes primero° para ir a Jerusalem, y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y Él nos libró de mano del enemigo y de los salteadores del camino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El día doce del mes primero partimos del río Ahavá para dirigirnos a Jerusalén. La mano de nuestro Dios estaba con nosotros y nos libró de enemigos y salteadores durante el camino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y partimos del río de Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios fue sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino. |
y que inclinó hacia m la benevolencia del rey, de sus consejeros y de todos los altos oficiales del rey! Yo me sent fortalecido, porque estaba conmigo la mano de Yahveh, mi Dios, y por eso reun a los jefes de Israel para que subieran conmigo.
Se hab a puesto en camino desde Babilonia el d a primero del mes primero, y entró en Jerusalén el d a primero del mes quinto. La mano bondadosa de su Dios estaba con él,
Los reun a la orilla del r o que corre hacia Ahavá, y all acampamos tres d as. Observé que hab a gente del pueblo y sacerdotes, pero no levitas.
Lo veréis y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos germinarán como el césped. Se manifestará la mano de Yahveh a sus siervos, y su cólera a sus adversarios.
pidiéndoselo como un favor, que enviara a Pablo a Jerusalén, a la par que tramaban una emboscada para deshacerse de él durante el viaje.
pero, gracias a la ayuda que recib de Dios, me he mantenido firme hasta el d a de hoy dando testimonio a peque os y grandes, sin decir otra cosa distinta de lo que predijeron los profetas y Moisés que hab a de suceder: