También en Judá se dejó sentir la mano de Dios, que les dio unanimidad de corazón para cumplir la orden del rey y de los jefes, conforme a la palabra de Yahveh.
Esdras 7:26 - Biblia Castilian 2003 Y a todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey, apl quesele rigurosa justicia: muerte, destierro, multa o prisión'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cualquiera que no cumpliere la ley de tu Dios, y la ley del rey, sea juzgado prontamente, sea a muerte, a destierro, a pena de multa, o prisión. Biblia Nueva Traducción Viviente Cualquiera que se niegue a obedecer la ley de tu Dios y la ley del rey será castigado de inmediato, ya sea por muerte, destierro, confiscación de bienes o encarcelamiento». Biblia Católica (Latinoamericana) Si alguien no cumple la ley de tu Dios y la ley del rey, será acusado ante la justicia y condenado a multa, a prisión, a exilio o a la muerte'. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo el que no cumpla la Ley de tu Dios, y la ley del rey, le sea ejecutado juicio con toda diligencia, ya sea para muerte, para destierro, para confiscación de bienes, o para prisión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y a todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey, aplíquesele rigurosa justicia: muerte, destierro, multa o prisión'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cualquiera que no cumpliere la ley de tu Dios, y la ley del rey, prestamente sea juzgado, o a muerte, o a destierro, o a confiscación de bienes, o a prisión. |
También en Judá se dejó sentir la mano de Dios, que les dio unanimidad de corazón para cumplir la orden del rey y de los jefes, conforme a la palabra de Yahveh.
Levántate, pues, porque a ti toca decidir este asunto. ¡Ánimo, y manos a la obra!'.
A todo aquel que no se presentara en el término de tres d as, conforme al acuerdo de los jefes y de los ancianos, se le confiscar an todos sus bienes y quedar a separado de la comunidad de los que hab an vuelto del destierro.
Dispongo también que, si alguno contraviene este edicto, se arranque una viga de su casa, sea suspendido en ella y quede su casa, por este delito, convertida en montón de ruinas.
El Dios que ha puesto all la morada de su nombre derribe a todo rey y a todo pueblo que extienda su mano para infringir este decreto o para destruir ese templo de Dios que está en Jerusalén. Yo, Dar o, he promulgado este edicto. ¡Que sea cumplido puntualmente!'.
Después el rey Dar o escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: '¡Que vuestra paz sea grande!
Maldito el que no mantenga en vigor las palabras de esta Ley y no las ponga en práctica. Y todo el pueblo dirá: Amén.