Esto es lo que ordeno: todos los residentes de mi reino que pertenezcan al pueblo de Israel, o a sus sacerdotes o levitas, y quieran ir voluntariamente a Jerusalén, pueden ir contigo,
Esdras 7:23 - Biblia Castilian 2003 Todo lo que disponga el Dios del cielo concerniente al templo del Dios del cielo debe ser cumplido celosamente, no sea que su cólera venga sobre el reino, sobre el rey y sobre sus hijos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos? Biblia Nueva Traducción Viviente Procuren proveer todo lo que el Dios del cielo exija para su templo, pues, ¿por qué hemos de correr el riesgo de provocar el enojo de Dios contra los dominios del rey y de sus hijos? Biblia Católica (Latinoamericana) Se ejecutará escrupulosamente cualquier orden del Dios del Cielo con respecto a su Casa, para que no se desate su cólera contra el reino del rey y de sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Todo lo que es ordenado por el Dios de los cielos, sea hecho diligentemente para la Casa del Dios de los cielos, pues ¿por qué habría de encenderse la ira contra el reino del rey y de sus hijos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todo lo que disponga el Dios del cielo concerniente al templo del Dios del cielo debe ser cumplido celosamente, no sea que su cólera venga sobre el reino, sobre el rey y sobre sus hijos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prestamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos? |
Esto es lo que ordeno: todos los residentes de mi reino que pertenezcan al pueblo de Israel, o a sus sacerdotes o levitas, y quieran ir voluntariamente a Jerusalén, pueden ir contigo,
Y de lo que quede de la plata y el oro podéis hacer lo que os parezca bien a ti y a tus hermanos, conforme a la voluntad de vuestro Dios.
hasta cien talentos de plata, cien koros de trigo, cien batos de vino, cien batos de aceite y sal sin limitaciones'.
Dijeron ellos: 'El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Deja, pues, que hagamos tres d as de camino en el desierto, y ofrezcamos sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, a fin de que no nos hiera con peste o espada'.
Buscad el bienestar de la ciudad adonde os he deportado y rogad a Yahveh por ella, pues de su bienestar depende el vuestro'.
Aquel d a yo haré de Jerusalén una piedra de carga para todos los pueblos. Cuantos carguen con ella, quedarán magullados. Y todas las naciones de la tierra se congregarán contra ella.'