Entonces los jefes de las casas paternas, los jefes de las tribus de Israel, los jefes de millares y de centenas, los jefes de la hacienda real, ofrecieron voluntariamente
Esdras 7:15 - Biblia Castilian 2003 y para llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrecido voluntariamente al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, Biblia Nueva Traducción Viviente También te encargamos que lleves contigo plata y oro, los cuales presentamos como una ofrenda voluntaria al Dios de Israel, quien vive en Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú llevarás el oro y la plata que el rey y sus consejeros ofrecen con mucho agrado al Dios de Israel que mora en Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion y llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrecido voluntariamente al Dios de Israel, cuyo Tabernáculo está en Jerusalem, Biblia Serafín de Ausejo 1975 y para llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrecido voluntariamente al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consultores voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, |
Entonces los jefes de las casas paternas, los jefes de las tribus de Israel, los jefes de millares y de centenas, los jefes de la hacienda real, ofrecieron voluntariamente
Env ame, pues, un hombre experto en trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, el carmes y la púrpura violeta, y que sepa grabar entalladuras, para que esté con los expertos que tengo en Judá y en Jerusalén, a los que mi padre David ya hab a preparado.
Muchos, entonces, llevaron ofrendas a Yahveh, a Jerusalén, y regalos para Ezequ as, rey de Judá, quien, después de esto, adquirió gran prestigio entre todas las naciones.
Yo te he construido una mansión excelsa, un lugar donde habites para siempre'.
Pero ahora elijo a Jerusalén, para que aqu esté mi nombre; y elijo a David para que esté al frente de mi pueblo Israel.'
Y todos sus vecinos les prestaron toda clase de ayuda: objetos de plata y de oro, bienes y ganados y cosas preciosas, aparte de todos los donativos voluntarios.
El Dios que ha puesto all la morada de su nombre derribe a todo rey y a todo pueblo que extienda su mano para infringir este decreto o para destruir ese templo de Dios que está en Jerusalén. Yo, Dar o, he promulgado este edicto. ¡Que sea cumplido puntualmente!'.
Tendrá tres hileras de piedras talladas y una de madera nueva. Los gastos correrán a cargo de la casa real.
porque tú eres enviado del rey y de sus siete consejeros para visitar Judá y Jerusalén en lo referente a la ley de tu Dios que tienes en tus manos
Les pesé la plata, el oro y los objetos, ofrenda para la casa de nuestro Dios, que el rey, sus consejeros, sus jefes, y todos los de Israel que all se encontraban, hab an ofrecido.
Los monarcas de Tarsis y las islas le pagarán tributo, y los reyes de Sabá y de Seba le traerán presentes.
En ti esperan los que saben de tu nombre, pues tú no abandonas, Se or, al que te busca.