Se llevó a Babilonia todos los objetos del templo de Dios, grandes y peque os; los tesoros del templo de Yahveh y los del rey y de sus jefes.
Esdras 5:14 - Biblia Castilian 2003 Incluso los objetos de oro y de plata del templo de Dios que Nabucodonosor hab a sacado del templo de Jerusalén y se hab a llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los hizo sacar del templo de Babilonia y se los entregó a un hombre llamado Sesbasar, a quien él puso como gobernador, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 También los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén y los había llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los sacó del templo de Babilonia, y fueron entregados a Sesbasar, a quien había puesto por gobernador; Biblia Nueva Traducción Viviente El rey Ciro devolvió las copas de oro y de plata que Nabucodonosor había tomado del templo de Dios en Jerusalén y había colocado en el templo de Babilonia. Esas copas fueron retiradas de ese templo y entregadas a un hombre llamado Sesbasar, a quien el rey Ciro había designado gobernador de Judá. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey Ciro mandó buscar los objetos de oro y plata del Templo de Dios que Nabucodonosor había traído de Jerusalén y depositado en el templo de Babilonia. Se los pasó a Sesbasar, a quien nombró gobernador, La Biblia Textual 3a Edicion Y los utensilios de oro y de plata de la Casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del Santuario de Jerusalem y puesto en el templo de Babilonia, el rey Ciro los sacó del templo de Babilonia y fueron entregados a uno llamado Sesbasar, a quien había nombrado gobernador. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Incluso los objetos de oro y de plata del templo de Dios que Nabucodonosor había sacado del templo de Jerusalén y se había llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los hizo sacar del templo de Babilonia y se los entregó a un hombre llamado Sesbasar, a quien él puso como gobernador, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén, y los había metido en el templo de Babilonia, el rey Ciro los sacó del templo de Babilonia, y fueron entregados a Sesbasar, al cual había puesto por gobernador; |
Se llevó a Babilonia todos los objetos del templo de Dios, grandes y peque os; los tesoros del templo de Yahveh y los del rey y de sus jefes.
Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó también a Babilonia algunos objetos del templo de Yahveh y los colocó en su palacio de Babilonia.
diciéndole: 'Toma estos objetos, y ve a devolverlos al templo de Jerusalén; y que el templo de Dios sea reconstruido en su mismo emplazamiento'.
Vino, pues, Sesbasar y echó los cimientos del templo de Dios en Jerusalén; y desde entonces hasta ahora está siendo reconstruido, aunque todav a no está terminado.
Además, los objetos de oro y de plata del templo de Dios que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y se llevó a Babilonia serán restituidos y devueltos al templo de Jerusalén, al lugar que ocupaban. Que todo sea depositado en el templo de Dios'.
¡Bendito sea Yahveh, Dios de nuestros padres, que dispuso as el corazón del rey para glorificar el templo de Yahveh que está en Jerusalén,
Arroyo es el corazón del rey en manos de Yahveh: que él dirige adonde quiere.
El jefe de la guardia se apoderó también de las jofainas, los braseros, los aspersorios, las ollas, los candelabros, los acetres y los cálices, lo que era de oro como oro y lo que era de plata como plata.
En el a o segundo del rey Dar o, el d a primero del sexto mes, fue dirigida la palabra de Yahveh por medio del profeta Ageo a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, en estos términos:
Y Yahveh despertó el esp ritu de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, el esp ritu de Josué, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y el esp ritu de todo el resto del pueblo. Vinieron, pues, y se pusieron a trabajar en el templo de Yahveh Sebaot, su Dios,
'Habla a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y a todo el resto del pueblo, y diles:
'D a Zorobabel, gobernador de Judá, lo siguiente: conmoveré el cielo y la tierra;
Al ver el procónsul lo sucedido abrazó la fe, maravillado de la doctrina del Se or.