Cuando los enemigos de Judá y de Benjam n oyeron que los que hab an vuelto de la cautividad estaban construyendo el templo en honor de Yahveh, Dios de Israel,
Esdras 4:10 - Biblia Castilian 2003 y los demás pueblos que el grande e ilustre Asurbanipal deportó y asentó en la ciudad de Samar a y en el resto de la Transeufratina, etc. '. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y los demás pueblos que el grande y glorioso Asnapar transportó e hizo habitar en las ciudades de Samaria y las demás provincias del otro lado del río. Biblia Nueva Traducción Viviente También enviaron saludos de parte del resto del pueblo que el gran y noble Asurbanipal había deportado y reubicado en Samaria y en todas las tierras vecinas de la provincia situada al occidente del río Éufrates. Biblia Católica (Latinoamericana) y los demás pueblos que el gran y célebre Asurbanipal desterró e instaló en las ciudades de Samaría y en las de la provincia que está más allá del Eufrates, escriben esto'. La Biblia Textual 3a Edicion y los demás pueblos que el grande y noble Asnapar° había hecho deportar y establecer en las ciudades de Samaria y en otras de la región de Más Allá del Río,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y los demás pueblos que el grande e ilustre Asurbanipal deportó y asentó en la ciudad de Samaría y en el resto de la Transeufratina, etc. '. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y los demás pueblos que el grande y glorioso Asnapar trasportó, e hizo habitar en las ciudades de Samaria, y los demás del otro lado del río. Y ahora: |
Cuando los enemigos de Judá y de Benjam n oyeron que los que hab an vuelto de la cautividad estaban construyendo el templo en honor de Yahveh, Dios de Israel,
Sigue la copia de la carta que le enviaron: 'Al rey Artajerjes: tus servidores, los habitantes de la Transeufratina, etc.
El rey envió esta respuesta: 'Al gobernador Rejún, al secretario Sinsay y a los otros colegas, residentes en Samar a y en los demás lugares de la provincia Transeufratina: paz, etc.
'Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba de la ley del Dios del cielo, paz perfecta, etc.
y todos a una se conjuraron para lanzar un ataque contra Jerusalén y causarle la ruina.
Ahora pues, oh Dios nuestro, Dios grande, poderoso y terrible, que guardas la alianza y la misericordia, no tengas en poco las calamidades que nos han sobrevenido; a nuestro reyes y jefes, a nuestros sacerdotes y profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los d as de los reyes de Asiria hasta el d a de hoy.
Dad a cada uno lo debido: a quien el tributo, el tributo; a quien el impuesto, el impuesto; a quien el respeto, el respeto; a quien el honor, el honor.