Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Esdras 10:8 - Biblia Castilian 2003

A todo aquel que no se presentara en el término de tres d as, conforme al acuerdo de los jefes y de los ancianos, se le confiscar an todos sus bienes y quedar a separado de la comunidad de los que hab an vuelto del destierro.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

y que el que no viniera dentro de tres días, conforme al acuerdo de los príncipes y de los ancianos, perdiese toda su hacienda, y el tal fuese excluido de la congregación de los del cautiverio.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Si los jefes y los ancianos así lo decidían, los que no acudieran en el plazo de tres días perderían el derecho a todas sus propiedades y serían expulsados de la asamblea de los desterrados.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Si alguien -decía el bando de los jefes y de los ancianos- no comparecía dentro de tres días, todos sus bienes serían condenados al anatema y hasta él mismo sería rechazado de la comunidad de los desterrados.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

y a todo el que no llegara en tres días, conforme al acuerdo de los príncipes y de los ancianos, toda su hacienda fuera hecha anatema, y él mismo fuera proscrito de la congregación del cautiverio.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

A todo aquel que no se presentara en el término de tres días, conforme al acuerdo de los jefes y de los ancianos, se le confiscarían todos sus bienes y quedaría separado de la comunidad de los que habían vuelto del destierro.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y que el que no viniese en un lapso de tres días, conforme al acuerdo de los príncipes y de los ancianos, perdiese toda su hacienda, y él fuese apartado de la congregación de aquellos que habían sido llevados en cautiverio.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Esdras 10:8
14 Referans Kwoze  

Luego se mandó pregonar un bando por Judá y Jerusalén a todos los que hab an vuelto de la cautividad para que se reunieran en Jerusalén.


Todos los hombres de Judá y de Benjam n se reunieron en Jerusalén en el plazo de los tres d as. Era el d a veinte del mes noveno. Todo el pueblo se congregó en la plaza del templo de Dios, y estaba temblando tanto por el asunto en s como a causa de la intensa lluvia.


Y a todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey, apl quesele rigurosa justicia: muerte, destierro, multa o prisión'.


Uno de los hijos de Joadá, hijo del sumo sacerdote Eliasib, era yerno de Sanbalat, el joronita, y lo arrojé de mi lado.


Al conocer la existencia de esta ley, excluyeron de Israel a todos los extranjeros.


Sin embargo, nada de lo que un hombre posee, hombres, animales o campos de su propiedad, y que ha consagrado como anatema a Yahveh, podrá ser vendido o rescatado. Todo anatema es cosa muy sagrada para Yahveh.


si no les hace caso, d selo a la comunidad. Y si tampoco a la comunidad le hace caso, sea para ti como un pagano o un publicano.


Os echarán de las sinagogas; más aún, llega la hora en que todo aquel que os mate creerá dar culto a Dios.


Esto dijeron sus padres, porque ten an miedo de los jud os; pues éstos hab an acordado ya que quien lo reconociera como Cristo fuera expulsado de la sinagoga.


Respondiéronle ellos: 'Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?'. Y lo arrojaron fuera.


A los de fuera los juzgará Dios. Expulsad de entre vosotros al perverso.


Pero todo el oro y la plata, as como todos los objetos de bronce y de hierro, serán consagrados a Yahveh e ingresarán en su tesoro'.


Y se preguntaron los israelitas: '¿Cuál de entre todas las tribus de Israel no subió a la asamblea ante Yahveh?'. Porque hab an hecho este solemne juramento contra el que no subiera a Mispá ante Yahveh: 'Morirá sin remisión'.


tomó una yunta de bueyes, los cortó en pedazos y los envió por todo el territorio de Israel mediante mensajeros que dijeron: 'As se hará con los bueyes de los que no salgan en pos de Saúl y de Samuel'. Cayó entonces el temor de Yahveh sobre el pueblo, que salió como un solo hombre.