Pero ¿es verdad que Dios habitará en la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no tienen capacidad para contenerte ¡cuánto menos este templo que te he construido!
Esdras 1:2 - Biblia Castilian 2003 'As habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Biblia Nueva Traducción Viviente «Esto dice Ciro, rey de Persia: »“El Señor, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra. Me encargó construirle un templo en Jerusalén, que está en Judá. Biblia Católica (Latinoamericana) Así habla Ciro, rey de Persia: Yavé, el Dios de los Cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y ahora me encarga que reconstruya su templo en Jerusalén de Judá. La Biblia Textual 3a Edicion Así dice Ciro rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me han sido dados por YHVH, Dios de los cielos, y Él mismo me ha encomendado que le construya Casa en Jerusalem, que está en Judá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Así habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. |
Pero ¿es verdad que Dios habitará en la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no tienen capacidad para contenerte ¡cuánto menos este templo que te he construido!
Entonces, los cabezas de familia de Judá y de Benjam n, los sacerdotes y los levitas, y todos aquellos cuyo ánimo hab a despertado Dios, se mostraron dispuestos a subir, para reconstruir el templo de Yahveh en Jerusalén.
Pagaron con dinero a los canteros y a los carpinteros, y con alimentos, bebidas y aceite a los sidonios y a los tirios, para que trajesen por mar, desde el L bano a Yafa, maderas de cedro, de acuerdo con el permiso que les hab a dado Ciro, rey de Persia.
Pero Zorobabel, Josué y los demás jefes de familia de Israel les respondieron: 'No podéis colaborar con nosotros para edificar un templo a nuestro Dios, sino que hemos de ser nosotros solos quienes lo edifiquemos en honor de Yahveh, Dios de Israel, pues as lo dispuso Ciro, rey de Persia '.
diciéndole: 'Toma estos objetos, y ve a devolverlos al templo de Jerusalén; y que el templo de Dios sea reconstruido en su mismo emplazamiento'.
para que ofrezcan sacrificios gratos al Dios del cielo y oren por la vida del rey y la de sus hijos.
'En el a o primero del rey Ciro, el rey Ciro promulgó este edicto relativo al templo de Dios en Jerusalén: 'Sea reconstruido el templo, como lugar donde se ofrezcan sacrificios, y échense sus cimientos. Su altura será de sesenta codos, y su anchura de sesenta codos.
'Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba de la ley del Dios del cielo, paz perfecta, etc.
Al o r estas palabras, me senté y romp a llorar, hice duelo durante algunos d as, ayuné y oré ante el Dios del cielo.
Y dije: '¡Ay, Yahveh, Dios del cielo, Dios grande y terrible, que eres fiel a la alianza y a la misericordia para con los que te aman y observan tus mandamientos!
Se or, tú te complaces en tu tierra, tú eres el que restaura la suerte de Jacob;
Arroyo es el corazón del rey en manos de Yahveh: que él dirige adonde quiere.
¿Quién suscitó del Oriente a aquel a quien la victoria le sale al paso, le entrega naciones para que a reyes impere? Los reduce a polvo su espada, a tamo fugitivo su arco.
quien confirma las palabras de sus siervos y el proyecto de sus mensajeros realiza; quien dice a Jerusalén: 'Serás habitada', y a las ciudades de Judá: 'Seréis reconstruidas', pues sus ruinas las levanto yo;
quien dice a Ciro: 'Pastor m o', pues todo mi querer cumplirá cuando digo a Jerusalén: 'Serás reedificada', y al templo: 'Serás restablecido'.
As dice Yahveh a su ungido, a Ciro, a quien tomé por la diestra, para someter ante él naciones y desatar cinturas de reyes, para abrir ante él los batientes y las puertas no queden cerradas:
As dice Yahveh: 'El cielo es mi trono, y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué templo me edificaréis y cuál el lugar de mi descanso?
As diréis acerca de ellos: 'Los dioses que no han hecho el cielo y la tierra desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo''.
yo hice la tierra, al hombre y a los animales que hay sobre la superficie de la tierra, con mi gran potencia y con mi brazo extendido, y la doy a quien parece bien a mis ojos.
Porque as dice Yahveh: 'Cuando se hayan cumplido para Babilonia setenta a os, os visitaré y haré realidad en vosotros mi buena promesa de volveros a este lugar.
Es Él quien cambia los tiempos y los momentos, quien destrona y entroniza a los reyes, quien otorga la sabidur a a los sabios y la ciencia a los inteligentes.
pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los d as. Tu sue o y las visiones de tu mente, las que tuviste mientras estabas en el lecho, son las siguientes:
Nada cuentan todos los habitantes de la tierra. Según su querer dispone del ejército del cielo y de los moradores de la tierra. No hay nadie que se oponga a su poder ni le pida cuentas de sus actos.'
Te has alzado contra el Se or del cielo; has hecho que te trajeran los vasos de su casa, y habéis bebido vino en ellos tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas; has venerado a los dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, y no has glorificado al Dios que tiene en su mano tu hálito vital y todos tus caminos.
El rey mandó que trajeran a aquellos hombres que hab an denunciado a Daniel y que los arrojaran al foso de los leones, a ellos, a sus hijos y a sus mujeres. Aún no hab an llegado al fondo del foso, cuando ya se hab an lanzado sobre ellos los leones y los hab an despedazado.
Él les respondió: 'Soy hebreo, y adoro a Yahveh, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra'.