Efesios 6:20 - Biblia Castilian 2003 cuyo embajador soy, aun entre cadenas, para que pueda hablar valerosamente de él como es debido. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora estoy encadenado, pero sigo predicando este mensaje como embajador de Dios. Así que pidan en oración que yo siga hablando de él con valentía, como debo hacerlo. Biblia Católica (Latinoamericana) cuando tenga que presentar mi defensa, pues yo soy embajador encadenado de este Evangelio. La Biblia Textual 3a Edicion por el cual soy embajador en cadenas; para que osadamente hable acerca de él,° como debo hablar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 cuyo embajador soy, aun entre cadenas, para que pueda hablar valerosamente de él como es debido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) por el cual soy embajador en cadenas; para que en ellas hable osadamente, como debo hablar. |
Mirad, sus heraldos gritan por las calles; los mensajeros de la paz lloran amargamente.
Clama a voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como trompeta y anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob sus pecados.
As pues, c ete la cintura, levántate y diles todo lo que te mando. No tengas miedo ante ellos, no sea que yo te haga temerlos.
Palabra que le fue dirigida a Jerem as de parte de Yahveh después que Nebuzardán, jefe de la escolta, lo hubo enviado libre desde Ramá, donde lo hab a tomado cuando él estaba aherrojado con cadenas entre todos los desterrados de Jerusalén y de Judá que iban a ser deportados a Babilonia.
Se acercó entonces el tribuno y, apoderándose de él, mandó sujetarle con dos cadenas, al tiempo que trataba de averiguar quién era y qué hab a hecho.
Y Pablo: 'Pluguiera a Dios que, por poco o por mucho, no sólo tú, sino todos los que hoy me escuchan, se volvieran como yo; aunque sin estas cadenas'.
Por esta causa he pedido veros y hablaros. Porque por la esperanza de Israel llevo yo esta cadena'.
predicando el reino de Dios y ense ando lo que se refiere al Se or Jesucristo con toda valent a y sin estorbos.
Pedro y los apóstoles respondieron: 'Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
Hacemos, pues, de embajadores en nombre de Cristo y es Dios el que por medio de nosotros os exhorta: 'En nombre de Cristo os lo pedimos: dejaos reconciliar con Dios'.
Por lo cual, yo, Pablo, prisionero por Cristo [Jesús] para beneficio de vosotros los gentiles... -
As, pues, yo, prisionero por el Se or, os exhorto a conduciros de una manera digna de la vocación a la que fuisteis llamados,
y también por m, para que Dios ponga su Palabra en mis labios y me conceda anunciar con valent a el misterio del Evangelio,
según mi ávida expectación y mi esperanza de que en nada seré defraudado, sino que, con toda valent a, ahora como siempre, Cristo será públicamente magnificado en mi cuerpo, ya sea mediante la vida, ya sea mediante la muerte.
Y es justo, en efecto, que yo tenga estos sentimientos con respecto a todos vosotros, porque os llevo en mi corazón, part cipes como sois todos vosotros de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y consolidación del evangelio.
Rogad también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta a la palabra y as poder anunciar el misterio de Cristo por cuya causa estoy en cadenas,
Al contrario, tras haber sufrido en Filipos los maltratos e injurias que ya conocéis, apoyados en nuestro Dios tuvimos el valor de predicar entre vosotros el evangelio de Dios, en medio de una fuerte oposición.
¡Tenga el Se or piedad con la casa de Ones foro, que tantas veces me ha dado ánimos y no sólo no se ha avergonzado de mis cadenas,
Por él soporto el sufrimiento, incluso el de las cadenas, como si fuera un malhechor. Pero la palabra de Dios no está encadenada.
Te suplico, pues, por este hijo m o, a quien engendré entre las cadenas, Onésimo,
más bien prefiero recurrir a la súplica, por motivos de amor, presentándome como quien soy, Pablo, anciano y ahora, por a adidura, prisionero por Cristo Jesús.
En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos.
Queridos hermanos, he puesto toda mi diligencia en escribiros sobre nuestra común salvación, pues he sentido la necesidad de hacerlo para alentaros a que luchéis por la fe transmitida de una vez para siempre al pueblo santo.