y que Jacob hab a obedecido a su padre y a su madre y se hab a ido a Padán Aram,
Efesios 6:1 - Biblia Castilian 2003 Hijos, obedeced en el Se or a vuestros padres, pues esto es justo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Biblia Nueva Traducción Viviente Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. Biblia Católica (Latinoamericana) Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre. La Biblia Textual 3a Edicion Los hijos: Obedeced en el Señor a vuestros progenitores, porque esto es justo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, pues esto es justo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. |
y que Jacob hab a obedecido a su padre y a su madre y se hab a ido a Padán Aram,
Dijo Israel a José: 'Tus hermanos deben estar con los reba os en Siquén. Ven, que te voy a enviar adonde ellos están'. Él contestó: 'Aqu estoy'.
Entonces José los retiró de entre las rodillas de su padre y se postró rostro en tierra.
Tú descendiste al monte Sina, desde los cielos hablaste con ellos, les diste normas justas, leyes verdaderas, preceptos y mandamientos que son buenos.
Ester no hab a revelado ni su origen ni su pueblo, tal como le hab a mandado Mardoqueo; pues Ester cumpl a las órdenes de Mardoqueo como cuando viv a en su casa.
lo repite a la gente diciendo: 'Hab a pecado y violado la justicia, pero él no me pagó según mi falta;
Por eso me dirijo por todos tus preceptos y aborrezco el camino de mentira.
La ley del Se or es apacible, reconforta el esp ritu; sus testimonios son seguros, hacen sabio al ingenuo;
Escucha, hijo m o, la instrucción de tu padre y no rechaces la ense anza de tu madre,
Escucha a tu padre, que te engendró; y no desprecies a tu madre en su vejez.
Al hijo que se burla de su padre y desprecia la vejez de su madre, los cuervos le sacarán los ojos, lo devorarán los aguiluchos.
Observa, hijo m o, el precepto de tu padre y no rechaces la ense anza de tu madre.
Se han cumplido las palabras de Jonadab, hijo de Recab, que prohibió a sus hijos beber vino, y no lo han bebido hasta hoy; pues obedecieron el mandato de su antepasado. Pero a m, que os he hablado a su tiempo y sin cesar, no me habéis escuchado
A la comunidad de los recabitas, en cambio, Jerem as le dijo: 'As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: puesto que habéis obedecido la orden de vuestro antepasado Jonadab, guardando todos sus mandamientos y obrando de acuerdo con todo lo que os ordenó,
Nosotros hemos escuchado la voz de nuestro antepasado Jonadab, hijo de Recab, en todo lo que nos mandó: no hemos bebido vino en toda nuestra vida, ni nosotros ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas,
Efra n, ¿qué tiene ya que ver con los dolos? Yo lo escucho y lo protejo. Soy como un ciprés siempre verde; gracias a m se hallará fruto en ti.
Cada uno de vosotros respetará a su padre y a su madre; y guardaréis mis sábados. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
Bajó con ellos y regresó a Nazaret; y viv a bajo su autoridad. Pero su madre reten a cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.
No os amoldéis a las normas del mundo presente, sino procurad transformaros por la renovación de la mente, a fin de que logréis discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo agradable, lo perfecto.
para que la recibáis en el Se or como corresponde entre los hermanos y la asistáis en cualquier cosa que necesite de vosotros, ya que ella ha sido protectora de muchos, entre los que me incluyo.
De modo que la ley es ciertamente santa; y santo y justo y bueno es el mandamiento.
De manera que, amados hermanos m os, manteneos firmes, inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Se or y sabiendo que vuestro trabajo en el Se or no cae en el vac o.
Si un hombre tiene un hijo indócil y rebelde, que no quiere escuchar la voz de su padre ni la de su madre, ni les presta atención cuando lo corrigen,
Porque si una viuda tiene hijos o nietos, sean éstos los primeros en cumplir sus deberes filiales con la propia familia y en corresponder por lo que deben a sus progenitores. Esto es agradable a los ojos de Dios.
Acatad toda institución humana, porque as lo quiere el Se or, tanto al rey en cuanto soberano,
David se levantó de madrugada, confió el ganado a un guarda y se puso en camino con su carga, como le hab a mandado Jesé. Llegó al campamento cuando el ejército sal a del c rculo en orden de batalla, dando gritos de guerra.