Pero a David le remord a el corazón por haber hecho el censo del pueblo y dijo a Yahveh: 'He cometido un gran pecado en lo que he hecho. Perdona, pues, ahora, oh Yahveh, la falta de tu siervo, porque he obrado muy neciamente'.
Efesios 5:15 - Biblia Castilian 2003 Mirad, pues, con cuidado cómo os portáis; que no sea como necios, sino como sabios, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, Biblia Nueva Traducción Viviente Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Biblia Católica (Latinoamericana) Examinen, pues, con mucho esmero su conducta. No anden como tontos, sino como hombres responsables. La Biblia Textual 3a Edicion Mirad pues con diligencia° cómo os comportáis, no como necios, sino como sabios; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mirad, pues, con cuidado cómo os portáis; que no sea como necios, sino como sabios, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mirad, pues, que andéis con diligencia; no como necios, sino como sabios, |
Pero a David le remord a el corazón por haber hecho el censo del pueblo y dijo a Yahveh: 'He cometido un gran pecado en lo que he hecho. Perdona, pues, ahora, oh Yahveh, la falta de tu siervo, porque he obrado muy neciamente'.
Pero él respondió: 'Hablas como una necia. Si aceptamos la dicha que Dios nos env a, ¿por qué no aceptar la desgracia?'. En nada de esto pecó Job con sus labios.
es que soy ignorante y no comprendo, que me parezco a una bestia en tu presencia.
Guardad cuanto os he ordenado. No pronunciaréis el nombre de otros dioses; que ni asome a vuestros labios.
Sabidur a del prudente es conocer su camino; la locura de los necios es un enga o.
La necedad es el gozo del insensato, el inteligente sigue el camino recto.
Mirad que os env o como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautelosos como serpientes y sencillos como palomas.
Viendo Pilato que todo era inútil y que, además, se originaba un tumulto, mandó traer agua y se lavó las manos ante el pueblo diciendo: 'Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!'.
diciendo: 'He pecado entregando sangre inocente'. Pero ellos contestaron: 'Y a nosotros, ¿qué? ¡Allá tú!'.
Jesús le dijo: 'Cuidado con dec rselo a nadie. Pero esto s; ve a presentarte al sacerdote y a ofrecer el don que mandó Moisés, para que tengan constancia de ello'.
Entonces les dijo él: '¡Oh, torpes y tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los profetas!
Hermanos, no seáis ni os en la inteligencia. Sedlo, s, en la malicia, pero en la inteligencia sed adultos.
¡Oh insensatos gálatas! ¿Quién os ha fascinado, a vosotros, ante cuyos ojos ha sido presentado Jesucristo crucificado?
¿Tan insensatos sois? Habiendo empezado por el Esp ritu, ¿vais a terminar ahora en carne?
Caminad en amor, como también Cristo os amó y se entregó a s mismo por nosotros como ofrenda y v ctima a Dios de calmante aroma.
En fin, vosotros también: que cada uno ame a su mujer como a s mismo, y que la mujer respete a su marido.
Lo único que importa es que llevéis una vida digna del evangelio de Cristo, para que, ya sea que vaya a veros, ya sea que esté ausente, oiga yo decir de vosotros que estáis firmes en un solo Esp ritu, luchando a una por la fe del evangelio,
Por tanto, también nosotros, desde el d a en que lo o mos, no cesamos de rogar por vosotros y de pedir que lleguéis a la plenitud en el conocimiento de su voluntad con toda sabidur a e inteligencia espiritual,
Por lo que respecta a los de fuera, tratadlos con prudente discreción, aprovechando las ocasiones.
Procurad que nadie devuelva a otro mal por mal, sino buscad siempre lo bueno entre vosotros y con todos.
Pues los que intentan enriquecerse, caen por ello mismo en tentación y trampa, o sea, en múltiples afanes locos y nocivos, que hunden a los hombres en ruina y perdición.
Cuidad de no eludir al que os habla, pues si aquellos que elud an al que daba órdenes sobre la tierra no escaparon al castigo, menos escaparemos nosotros si volvemos la espalda al que da órdenes desde el cielo.
¿Quién es sabio y experimentado entre vosotros? Pues que muestre con su buen comportamiento que sus obras están hechas con sabia mansedumbre.
Una vez ya purificados con la sumisión a la verdad ordenada a un sincero amor fraterno, amaos de corazón y con sinceridad unos a otros.
Yo ca a sus pies para adorarlo. Pero me dijo: 'No hagas eso. Consiervo tuyo soy y de tus hermanos, que tienen el testimonio de Jesús. A Dios has de adorar'. Pues el testimonio de Jesús es el esp ritu de profec a.