Dijo entonces Yahveh: 'No permanecerá mi esp ritu en el hombre para siempre, porque no es más que carne. Sólo vivirá ciento veinte a os'.
Efesios 4:30 - Biblia Castilian 2003 Y no disgustéis al Esp ritu Santo de Dios, en el cual fuisteis sellados para el d a de la redención. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Biblia Nueva Traducción Viviente No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención. Biblia Católica (Latinoamericana) No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación. La Biblia Textual 3a Edicion Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y no disgustéis al Espíritu Santo de Dios, en el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención. |
Dijo entonces Yahveh: 'No permanecerá mi esp ritu en el hombre para siempre, porque no es más que carne. Sólo vivirá ciento veinte a os'.
se arrepintió Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, se dolió en su corazón,
¡Cuántas veces le fueron rebeldes en la estepa, le apenaron en la vasta soledad,
Por cuarenta a os aquella generación me disgustó, y dije: 'Un pueblo es éste de perverso corazón'. Mas ellos no aprendieron mis caminos.
No me compraste con dinero canela, ni me saciaste con la grasa de tus sacrificios; sólo me abrumaste con tus pecados, me cansaste con tus iniquidades.
Pero ellos se rebelaron, ofendieron su santo esp ritu y él se les cambió en enemigo y luchó contra ellos.
Entonces replicó Isa as: 'Escuchad, casa de David: ¿os parece poca cosa cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios?
Puesto que no te has acordado de los d as de tu juventud y me has irritado con todas estas cosas, también yo haré recaer tu conducta sobre tu cabeza - oráculo del Se or Yahveh -, para que no cometas más tal infamia con todas tus abominaciones.'
¿Los libraré del poder del seol, los rescataré de la muerte? ¿Dónde está, muerte, tu peste? ¿Dónde, seol, tu epidemia? La compasión se aparta de mis ojos.
Y mirándolos en torno con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: 'Extiende la mano'. Él la extendió, y la mano se le quedó sana.
Cuando comience a suceder todo esto, tened ánimo y levantad la cabeza, porque vuestra liberación se acerca'.
¡Gente de dura cerviz e incircuncisos de corazón y de o dos! Siempre estáis resistiendo al Esp ritu Santo. Como vuestros padres, igual vosotros.
Y si el Esp ritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo dará vida también a vuestros cuerpos mortales por medio de ese Esp ritu suyo que habita en vosotros.
Y no es esto sólo; sino que también nosotros mismos, que poseemos las primicias del Esp ritu, gemimos igualmente en nuestro propio interior, aguardando con ansiedad una adopción filial, la redención de nuestro cuerpo.
De Dios viene el que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual, por iniciativa de Dios, se hizo nuestra sabidur a, como también justicia, santificación y redención.
Cuando este ser corruptible sea vestido de incorruptibilidad y este ser mortal sea vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: La victoria se tragó a la muerte.
¿de cuánto más duro castigo pensáis que será reo el que ha pisoteado al Hijo de Dios, ha tenido por impura la sangre de la alianza con la que fue consagrado y ha ultrajado al Esp ritu de la gracia?
durante cuarenta a os. Por eso aquella generación me disgustó y dije: 'Siempre andan desviados en sus corazones, y no aprendieron mis caminos'.
¿Y contra quiénes se irritó Dios durante cuarenta a os ? ¿No fue contra los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tendidos por el desierto ?
Retiraron entonces a los dioses extra os de en medio de ellos y sirvieron a Yahveh, quien no pudo ya soportar las penalidades de Israel.