Libre de los trabajos de su alma, verá la luz, y se saciará de conocimiento. Como justo, mi siervo justificará a muchos, y sus iniquidades él mismo se las cargará.
Efesios 4:13 - Biblia Castilian 2003 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del perfecto conocimiento del Hijo de Dios, a la edad madura, al desarrollo correspondiente a la plenitud de Cristo; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; Biblia Nueva Traducción Viviente Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo. Biblia Católica (Latinoamericana) hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo. La Biblia Textual 3a Edicion hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno° del Hijo de Dios, a un varón perfecto,° a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del perfecto conocimiento del Hijo de Dios, a la edad madura, al desarrollo correspondiente a la plenitud de Cristo; Biblia Reina Valera Gómez (2023) hasta que todos lleguemos en la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; |
Libre de los trabajos de su alma, verá la luz, y se saciará de conocimiento. Como justo, mi siervo justificará a muchos, y sus iniquidades él mismo se las cargará.
S; yo daré entonces a los pueblos labios puros, para que todos invoquen el nombre de Yahveh y le sirvan con idéntico esfuerzo.
Y Yahveh será rey sobre toda la tierra. Aquel d a Yahveh será único, y único será su nombre.
Todo me lo ha confiado mi Padre. Y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo.
Que todos sean uno. Como tú, Padre, en m y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, y as el mundo crea que tú me has enviado.
Pues ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesucristo.
Uno era el corazón y una el alma de la muchedumbre de los que hab an cre do, y nadie consideraba propio nada de lo que pose a, sino que todo lo ten an en común.
Os ruego, hermanos, en el nombre de nuestro Se or Jesucristo que tengáis todos concordia y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis unidos en el mismo pensamiento y en el mismo parecer.
Hermanos, no seáis ni os en la inteligencia. Sedlo, s, en la malicia, pero en la inteligencia sed adultos.
Es verdad que para los ya formados usamos un lenguaje de sabidur a. Pero no de una sabidur a de este mundo ni de las fuerzas rectoras de este mundo que están en v as de perecer;
Porque Dios que dijo: 'De entre las tinieblas brille la luz', Él es quien hizo brillar la luz en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo.
Hijos m os, a quienes de nuevo estoy dando a luz con dolor, hasta que Cristo sea formado en vosotros.
para que el Dios de nuestro Se or Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé esp ritu de sabidur a y de revelación en el pleno conocimiento de él;
abolió la ley de los mandamientos formulados en ordenanzas, para crear en él, de los dos, un solo hombre nuevo, estableciendo la paz,
a fin de organizar al pueblo santo para las funciones del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
con el fin de conocerle a él en persona y la fuerza de su resurrección y la comunión con sus padecimientos, hasta configurarme con su muerte,
Pero aún más: incluso todas las demás cosas las considero como pérdida comparadas con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Se or, por quien me dejé despojar de todo, y todo lo tengo por basura, a fin de ganar a Cristo,
A éste anunciamos nosotros advirtiendo y ense ando a todos los hombres en toda sabidur a, para que podamos presentarlos a todos ellos como hombres perfectos en Cristo.
para que se consuelen sus corazones, caminen unidos en amor y alcancen toda la riqueza de la plenitud de la inteligencia en el profundo conocimiento del misterio de Dios, Cristo,
La comida sólida es propia de adultos, o sea, de los que, a fuerza de practicar, tienen desarrollada la sensibilidad para discernir entre lo bueno y lo malo.
en virtud de las cuales nos hizo donación de preciosas y magn ficas promesas, para que seáis participantes de la divina naturaleza huyendo de la corrupción existente en el mundo por causa de la concupiscencia.
Creced en gracia y conocimiento de nuestro Se or y Salvador Jesucristo. A él la gloria ahora y para el d a de la eternidad. [Amén.]
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios la vida eterna.