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Eclesiastés 9:6 - Biblia Castilian 2003

Perecieron sus amores, sus odios, sus envidias; jamás tomarán parte en cuanto acaece bajo el sol.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Lo que hayan hecho en su vida —amar, odiar, envidiar— pasó ya hace mucho. Ya no son parte de nada en este mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pudieron amar, odiar, tener ambiciones: todo se perdió y nunca más tomarán parte en todo lo que se hace bajo el sol.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Han perecido con su amor, con su odio y con su envidia, y nunca más tendrán parte alguna en todo lo que se hace debajo del sol.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Perecieron sus amores, sus odios, sus envidias; jamás tomarán parte en cuanto acaece bajo el sol.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

También su amor, su odio y su envidia, fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.

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Lòt tradiksyon



Eclesiastés 9:6
11 Referans Kwoze  

Entonces se alzó en Egipto un nuevo rey que no hab a conocido a José,


La esperanza de los justos es alegr a, la expectación de los malvados fenecerá.


Nada rehusé a los deseos de mis ojos. No privé de goce alguno a mi corazón; porque mi corazón disfrutaba en todos mis esfuerzos, y ésa era la paga de todas mis fatigas.


Y he concluido que no hay otra dicha para el hombre que disfrutar de sus obras, pues ésa es su suerte. Porque, ¿quién le permitirá contemplar lo que ha de venir tras él?


¿Quién sabe lo que es bueno para el hombre durante la vida, durante los d as de su vana vida, por la que pasa como una sombra? ¿Quién indicará al hombre lo que después de él sucederá bajo el sol?


Me he dedicado a examinar todo esto y he visto que los justos, los sabios y sus obras están en la mano de Dios. El hombre no conoce el amor ni el odio: ambas cosas son para él


Yo dec a: no veré a Yahveh en la tierra de los vivos; no contemplaré ya a nadie con los habitantes del mundo.


y le dijo: 'Levántate, toma contigo al ni o y a su madre y vete a la tierra de Israel; porque han muerto ya los que atentaban contra la vida del ni o'.