Eclesiastés 8:13 - Biblia Castilian 2003 y que no hay dicha para el malvado, quien, como sombra, no prolonga su vida, porque no tiene temor de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Los malvados no prosperarán, porque no temen a Dios. Sus días nunca se prolongarán, como lo hacen las sombras del anochecer. Biblia Católica (Latinoamericana) La felicidad no es para el malo; no prolongará sus días, sino que pasará como una sombra porque no tiene el temor de Dios.)' La Biblia Textual 3a Edicion y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados sus días, que serán como una sombra, por cuanto no teme delante de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y que no hay dicha para el malvado, quien, como sombra, no prolonga su vida, porque no tiene temor de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y que el impío no tendrá bien, ni le serán prolongados sus días, que son como sombra; por cuanto no teme ante la presencia de Dios. |
es breve la alegr a del malvado y que sólo un instante dura el gozo del perverso?
Que el malvado es quien se libra en el d a del desastre, quien se salva en el d a del furor.
El Se or prueba a los justos, mas al imp o y violento el Se or lo aborrece.
Lo mismo que el vapor es el hombre, sus d as, como la sombra que declina.
De David. No te enojes por causa del imp o Álef ni envidies al autor de iniquidad,
Hazme, Se or, saber mi fin y cuál es la medida de mis d as, para ver cuán ef mera es mi suerte.
Abandona tu suerte en el Se or y él te sustentará: él no deja jamás al justo perecer.
He comprendido que todo lo que hace Dios es para siempre: nada cabe a adir ni nada quitar. As Dios consigue que se le tema.
Si ves que en una provincia se oprime al pobre y se conculca el derecho y la justicia, no te turbes: por encima del grande vigila otro grande, y por encima de ellos otros mayores.
¿Quién sabe lo que es bueno para el hombre durante la vida, durante los d as de su vana vida, por la que pasa como una sombra? ¿Quién indicará al hombre lo que después de él sucederá bajo el sol?
Estas cosas he visto en los d as de mi vanidad: justos que perecen en su justicia y perversos que prolongan sus d as en la maldad.
Feliz tú, si conservas lo uno sin dejar lo otro de tu mano, pues quien teme a Dios consigue las dos cosas.
Nadie tiene poder sobre el aliento para detenerlo, ni nadie es due o del d a de su muerte. Nadie se libra del combate, ni el crimen salva a su autor.
por eso esta culpa se os volverá como grieta que se abre en la alta muralla, y la abomba, cuya rotura sobreviene de improviso, en un instante.
No habrá más all ni o que dure pocos d as ni viejo que no colme sus a os: porque el más joven de cien a os morirá, y a quien falle antes de los cien a os se le tendrá por maldito.
Hasta el d a de hoy no se han arrepentido ni han temido ni han caminado según mi ley y mis normas, las que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres'.
Entonces volveréis a distinguir entre justos e imp os, entre quien sirve a Dios y quien no le sirve.
y los que hicieron el bien saldrán para resurrección de vida; los que hicieron el mal, para resurrección de condena.
¡Vosotros, precisamente, que no sabéis cómo será ma ana vuestra vida! Sois vaho que un momento aparece y al punto se disipa.
Empujados por la avaricia, se aprovecharán de vosotros con discursos mentirosos. Hace ya tiempo que ni su condenación está ociosa ni su perdición dormida.