Si mis pasos se apartaron del camino, si tras mis ojos se fue mi corazón, si a mis manos se adhirió mancilla,
Eclesiastés 6:9 - Biblia Castilian 2003 Más vale ser realista que perderse en cavilaciones. También eso es vanidad y atrapar viento. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu. Biblia Nueva Traducción Viviente Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido, es como perseguir el viento. Biblia Católica (Latinoamericana) Más vale creer en lo que se ve que dejarse llevar por sus deseos: pues allí también no se retiene nada y se corre tras el viento. La Biblia Textual 3a Edicion Más vale lo que ven los ojos que el divagar del alma.° También esto es vanidad y correr tras el viento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Más vale ser realista que perderse en cavilaciones. También eso es vanidad y atrapar viento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu. |
Si mis pasos se apartaron del camino, si tras mis ojos se fue mi corazón, si a mis manos se adhirió mancilla,
He examinado cuanto se hace bajo el sol, y veo que todo es vanidad y esfuerzo inútil.
Y me dediqué a investigar la sabidur a y la ciencia, la locura y la necedad; pero también eso es cazar viento,
¡Vanidad de vanidades!, dice Qohélet. ¡Vanidad de vanidades. Todo es vanidad!
Alégrate, joven, en tu adolescencia y vive feliz en los d as de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y da placer a tus ojos. Pero sábete que por todo ello Dios te llamará a juicio.
Luego he reflexionado sobre todas las obras que hicieron mis manos y las fatigas que en ellas hab a puesto, y veo que todo es vanidad y atrapar viento: no existe provecho bajo el sol.
He visto que todo esfuerzo y todo triunfo en el trabajo provoca la envidia del hombre contra su prójimo. También eso es vanidad y atrapar viento.
Además, si Dios concede a un hombre riqueza y fortuna, y le permite utilizarla, servirse de ella y gozar del fruto de su trabajo, eso s es don de Dios.
A un individuo Dios le concede riqueza, fortuna y gloria: nada le falta de cuanto pudiera desear. Pero Dios no le permite disfrutar de todo ello, sino que lo disfruta un extra o. Esto es vanidad y triste desventura.
Desde antiguo quebraste tu yugo, tus coyundas has roto, diciendo: 'No quiero servir', cuando sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso te echabas como prostituta.