Abrahán prosiguió: 'Mira, te ruego. Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Se or.
Eclesiastés 5:2 - Biblia Castilian 2003 De los muchos afanes nacen los sue os, y de las muchas palabras las necedades. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de Dios. Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que sean pocas tus palabras. Biblia Católica (Latinoamericana) Si estás muy preocupado, te pones a soñar; si prometes demasiado, dirás lo que no conviene. La Biblia Textual 3a Edicion No te des prisa con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra ante Ha-’Elohim, porque Ha-’Elohim está en los cielos y tú en la tierra, por tanto, sean pocas tus palabras. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De los muchos afanes nacen los sueños, y de las muchas palabras las necedades. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te des prisa con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú en la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. |
Abrahán prosiguió: 'Mira, te ruego. Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Se or.
Insistió Abrahán: 'No se enoje mi Se or, si me atrevo a seguir hablando. ¿Y si hay treinta?'. Contestó: 'No lo haré si hallo all los treinta'.
Pero todav a a adió: 'No se enoje ahora mi Se or. Ésta es la última una vez. Quizá se hallen all diez'. Contestó: 'Por consideración a los diez no la destruir a'.
Jacob hizo después un voto, diciendo: 'Si Dios está conmigo y me guarda en este viaje que estoy haciendo, y me da pan para comer y ropa para vestirme,
y esta piedra que he erigido como estela será casa de Dios; y de todo lo que me dieres reservaré para ti el diezmo'.
El hombre se enreda si dice a la ligera: 'Esto es santo', para luego arrepentirse de lo prometido.
Las palabras de la boca del sabio son favor para él, pero al necio sus labios le pierden.
El comienzo de su parloteo es insensatez; el final de lo que dice pésima locura.
Si haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque no le agradan los negligentes; cumple lo que prometes.
Si ves que en una provincia se oprime al pobre y se conculca el derecho y la justicia, no te turbes: por encima del grande vigila otro grande, y por encima de ellos otros mayores.
Porque como el cielo es más alto que la tierra, as mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos que vuestros pensamientos.
o si una persona jura a la ligera que hará algo, favorable o desfavorable, referente a cosas sobre las que los hombres acostumbran jurar irreflexivamente y, sin darse de momento cuenta de ello, luego advierte que se ha hecho culpable de un acto de éstos,
Cuando oréis, no ensartéis palabras y palabras, como los gentiles, porque se imaginan que a fuerza de palabras van a ser o dos.
Vosotros, pues, orad as: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre;
Y le a adió bajo juramento: 'Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino'.
pues todos fallamos muchas veces. Si alguno no falla en el hablar, ése es varón perfecto, capaz de refrenar todo el cuerpo.
Jefté hizo entonces este voto a Yahveh: 'Si realmente entregas a los amonitas en mis manos,