Dominaba sobre toda la tierra del lado de acá del R o, desde Tafsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes de este lado del R o, y estaba en paz con todos los pa ses lim trofes.
Eclesiastés 3:8 - Biblia Castilian 2003 Hay tiempo de amar y tiempo de aborrecer. Hay tiempo de guerra y tiempo de paz. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Un tiempo para amar y un tiempo para odiar. Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz. Biblia Católica (Latinoamericana) tiempo para amar y tiempo para odiar;
tiempo para la guerra y tiempo para la paz. La Biblia Textual 3a Edicion Tiempo de amar y tiempo de aborrecer, Tiempo de guerra y tiempo de paz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay tiempo de amar y tiempo de aborrecer. Hay tiempo de guerra y tiempo de paz. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. |
Dominaba sobre toda la tierra del lado de acá del R o, desde Tafsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes de este lado del R o, y estaba en paz con todos los pa ses lim trofes.
Cuando Jorán vio a Jehú, le preguntó: 'Jehú, ¿hay paz?'. Respondió él: '¿Qué paz va a haber, mientras duren las prostituciones de tu madre Jezabel y sus muchas hechicer as?'.
Le salió al encuentro Jehú, hijo de Janan, el vidente, y dijo al rey Josafat: '¿Por qué tienes tú que prestar ayuda al imp o y amar a los que odian a Yahveh? Por eso viene sobre ti la cólera de Yahveh.
No pondré por punto de mis miras un propósito infame; aborrezco que se tramen rebeliones: yo no me he de contagiar.
Les trastornó el corazón para que odiasen a su pueblo y fueran alevosos con sus siervos.
¿No he de aborrecer, Se or, al que te odia y odiar al que se rebela contra ti?
Pasé junto a ti y te vi. Era tu edad, la edad de los amores. Tend entonces sobre ti el borde de mi manto y cubr tu desnudez; te hice juramento, contraje una alianza contigo - oráculo del Se or Yahveh - y fuiste m a.
'Si alguno viene a m y no aborrece a su padre y a su madre, a la mujer y a los hijos, a los hermanos y a las hermanas, y más aún, incluso a s mismo, no puede ser mi disc pulo.
y conocer el amor de Cristo, que excede todo conocimiento, para que quedéis llenos de la plenitud total de Dios.
Maridos, amad a vuestras esposas, como también Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella,
As conquistó Josué todo el pa s, tal como hab a dicho Yahveh a Moisés, y lo entregó en heredad a Israel, distribuyéndolo entre las tribus. Y el pa s descansó de la guerra.
'Conozco tus obras, tu trabajo y tu constancia; que no puedes tolerar a los malos, que pusiste a prueba a los que se dicen apóstoles y no lo son y descubriste que son mentirosos.