David le dijo: 'Caiga tu sangre sobre tu cabeza, pues tu boca testificó contra ti cuando dijiste: 'Yo he dado muerte al ungido de Yahveh''.
Eclesiastés 10:12 - Biblia Castilian 2003 Las palabras de la boca del sabio son favor para él, pero al necio sus labios le pierden. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. Biblia Nueva Traducción Viviente Las palabras sabias traen aprobación, pero a los necios, sus propias palabras los destruyen. Biblia Católica (Latinoamericana) Las palabras del sabio son una gracia, en cambio las del tonto son perjudiciales, en primer lugar para él. La Biblia Textual 3a Edicion Las palabras del sabio son provechosas, Pero los labios del necio causan su propia ruina. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Las palabras de la boca del sabio son favor para él, pero al necio sus labios le pierden. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las palabras de la boca del sabio están llenas de gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina. |
David le dijo: 'Caiga tu sangre sobre tu cabeza, pues tu boca testificó contra ti cuando dijiste: 'Yo he dado muerte al ungido de Yahveh''.
no consientas, Se or, el antojo del malvado, no secundes su plan y que se engr a.
Quien finge con gui os procura tristeza, quien reprende a las claras fomenta la paz.
Hay quien, hablando, hiere como espada; la lengua de los sabios es medicina.
La lengua de los sabios difunde la ciencia, la boca de los necios mana necedad.
Quien aprecia la pureza de corazón y la gracia en el hablar es amigo del rey.
Rama de espino en manos de un borracho: tal es el proverbio en boca de los necios.
Las palabras de los sabios son como aguijadas, y como estacas plantadas las de los autores de colecciones, ofrecidas por un solo pastor.
De los muchos afanes nacen los sue os, y de las muchas palabras las necedades.
A más afanes más sue os, y más palabras más vanidades. Pero tú teme a Dios.
Se oyen mejor palabras tranquilas de los sabios que los gritos de quien manda a necios.
El hombre bueno de su buen tesoro saca lo bueno; y el hombre malo de su mal tesoro saca lo malo.
Él le contesta: 'Criado malo, por tus propias palabras te condeno. Sab as que yo soy hombre severo: que me llevo lo que no deposité, y cosecho lo que no sembré.
Y todos se manifestaban en su favor y se maravillaban de las palabras llenas de gracia salidas de su boca; y dec an: '¿Pero no es éste el hijo de José?'.
Que no salga de vuestra boca ni una sola palabra torpe, sino sólo la que sea buena para la edificación,según la necesidad, y sea beneficiosa para quienes la oyen.
Que vuestra palabra sea siempre amable, sazonada con sal, sabiendo cómo tenéis que dirigiros a cada uno en particular.