Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.
Eclesiastés 10:10 - Biblia Castilian 2003 Si el hacha está mellada y no se afila el corte, habrá que poner más esfuerzo. La sabidur a da el remedio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir. Biblia Nueva Traducción Viviente Si se usa un hacha sin filo hay que hacer doble esfuerzo, por lo tanto, afila la hoja. Ahí está el valor de la sabiduría: ayuda a tener éxito. Biblia Católica (Latinoamericana) si el hierro está embotado, hay que golpear más fuerte: en todo esto se gana con la sabiduría. La Biblia Textual 3a Edicion Si el hierro está embotado, Y uno no lo afila, Hay que aplicar más fuerza. Lo provechoso pues es emplear la sabiduría. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si el hacha está mellada y no se afila el corte, habrá que poner más esfuerzo. La sabiduría da el remedio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si se embota el hierro y su filo no es amolado, entonces se tiene que ejercer más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir. |
Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.
De la mitad de la tribu de Manasés: dieciocho mil, que fueron designados nominalmente para ir a proclamar rey a David.
Y veo que la sabidur a supera a la necedad cuanto la luz a las tinieblas.
Mirad que os env o como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautelosos como serpientes y sencillos como palomas.
Vuestra obediencia ha llegado a conocimiento de todos. Estoy, pues, contento de vosotros. Pero quiero que seáis experimentados en el bien y sin mezcla con el mal.
Hermanos, no seáis ni os en la inteligencia. Sedlo, s, en la malicia, pero en la inteligencia sed adultos.
cuando yo afile el rayo de mi espada, cuando mi mano empu e la justicia, tomaré venganza de mis adversarios y daré su merecido a los que me odian.
Por lo que respecta a los de fuera, tratadlos con prudente discreción, aprovechando las ocasiones.
Si a alguno de vosotros le falta sabidur a, p dala a Dios, que la da a todos sencillamente y sin echárselo en cara, y se la dará.