Eclesiastés 1:8 - Biblia Castilian 2003 Todas las cosas dan fastidio. Nadie podrá decir que no se cansa el ojo de ver ni el o do se harta de escuchar. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. Biblia Nueva Traducción Viviente Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos. Biblia Católica (Latinoamericana) Hay mucho que decir, uno se cansaría de tanto hablar;
El ojo no terminará de ver,
el oído nunca terminará de oír, La Biblia Textual 3a Edicion Todas las cosas son fatigosas, Más de lo que el hombre puede expresar. El ojo nunca se sacia de ver, Ni el oído se harta de oír. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todas las cosas dan fastidio. Nadie podrá decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído se harta de escuchar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todas las cosas son fatigosas, más de lo que el hombre puede expresar. No se sacia el ojo de ver, ni el oído se sacia de oír. |
El seol y el averno son insaciables; tampoco se sacian los ojos del hombre.
Todos los r os van a la mar, y la mar nunca rebosa; al lugar adonde van los r os siguen siempre corriendo.
Luego he reflexionado sobre todas las obras que hicieron mis manos y las fatigas que en ellas hab a puesto, y veo que todo es vanidad y atrapar viento: no existe provecho bajo el sol.
A quien es grato a sus ojos, Dios le da sabidur a, ciencia y alegr a; mas al pecador le impone la tarea de reunir y acumular, para dejarlo luego a quien Dios quiere. También eso es vanidad y esfuerzo inútil.
un hombre completamente solo, sin hijos ni hermanos, y que, sin embargo, no pone fin a su trabajo ni sus ojos se hartan de riquezas. Entonces, ¿para quién trabajo yo y me privo de bienestar? También eso es vanidad y mal negocio.
Esperabais mucho y hubo poco; almacenabais en casa y yo lo aventé. ¿Por qué? - oráculo de Yahveh Sebaot. Por causa de mi templo, que está en ruinas, mientras que cada uno de vosotros disfruta de su casa propia.
Venid a m todos los que estáis rendidos y agobiados por el trabajo, que yo os daré descanso.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.