No daba crédito yo a lo que se dec a hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos. En realidad, no me dijeron ni la mitad, porque tu sabidur a y tu prosperidad sobrepasan la fama que hab a llegado a mis o dos.
Eclesiastés 1:16 - Biblia Castilian 2003 Me dije: 'Heme aqu enriquecido y adornado con más sabidur a que cuantos me precedieron en Jerusalén; poseo gran sabidur a y ciencia'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Me dije: «A ver, soy más sabio que todos los reyes que gobernaron Jerusalén antes que yo. Tengo más sabiduría y conocimiento que cualquiera de ellos». Biblia Católica (Latinoamericana) Debí convencerme: 'Estoy más adelantado en sabiduría que todos los que reinaron antes que mí en Jerusalén. Acumulé los conocimientos y el saber. La Biblia Textual 3a Edicion Hablé con mi corazón diciéndole: Mira, me he engrandecido y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalem, y mi corazón ha experimentado sabiduría y conocimiento en abundancia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me dije: 'Heme aquí enriquecido y adornado con más sabiduría que cuantos me precedieron en Jerusalén; poseo gran sabiduría y ciencia'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí, yo me he engrandecido, y he obtenido sabiduría, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha visto mucha sabiduría y conocimiento. |
No daba crédito yo a lo que se dec a hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos. En realidad, no me dijeron ni la mitad, porque tu sabidur a y tu prosperidad sobrepasan la fama que hab a llegado a mis o dos.
Dios concedió a Salomón sabidur a y discreción inmensas y un corazón tan dilatado como las arenas que hay a orillas del mar.
Entonces Guejaz, criado de Eliseo, el varón de Dios, se dijo: 'Realmente mi se or ha estado demasiado comedido con ese arameo Naamán, al no aceptar de su mano lo que le tra a. ¡Por vida de Yahveh, que voy a salir corriendo tras él, a ver si puedo conseguir algo!'.
Sabed que el Se or distingue a sus amados, que él me escucha al invocarle.
Entonces me dije: '¡Voy a probar la alegr a, a gustar el placer!'. Pero también eso es vanidad.
Y me dije: 'Si me aguarda la misma suerte del necio, ¿de qué sirve ser sabio?'. Y he concluido que también eso es vanidad.
Fui elevándome hasta superar a cuantos me precedieron en Jerusalén, apoyado en mi sabidur a.
Y me dije: 'Dios juzgará al justo y al imp o, porque toda cosa tiene su tiempo y toda acción tendrá su juicio'.
Y dice: 'Me construiré una casa espaciosa con grandes habitaciones'. Le abre ventanas, las recubre de cedro y las pinta de rojo.
En aquel mismo instante se cumplió en Nabucodonosor la sentencia. Fue expulsado de entre los hombres, comió hierba como los bueyes y su cuerpo se empapó del roc o del cielo; le crecieron los cabellos como las plumas de las águilas y las u as como las de los pájaros.
La comida sólida es propia de adultos, o sea, de los que, a fuerza de practicar, tienen desarrollada la sensibilidad para discernir entre lo bueno y lo malo.