Contestó David a Gad: 'Me veo en un gran aprieto. Pero prefiero que caigamos en manos de Yahveh, cuya misericordia es muy grande, a que yo caiga en manos de los hombres'.
Daniel 9:9 - Biblia Castilian 2003 Al Se or, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque fuimos rebeldes contra él, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor, nuestro Dios, es misericordioso y perdonador, a pesar de habernos rebelado contra él. Biblia Católica (Latinoamericana) Que el Señor nuestro Dios tenga misericordia y nos perdone porque nos rebelamos contra él. La Biblia Textual 3a Edicion De YHVH nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque nosotros nos hemos rebelado contra Él, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque fuimos rebeldes contra él, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Del Señor nuestro Dios es el tener misericordia, y el perdonar, aunque contra Él nos hemos rebelado; |
Contestó David a Gad: 'Me veo en un gran aprieto. Pero prefiero que caigamos en manos de Yahveh, cuya misericordia es muy grande, a que yo caiga en manos de los hombres'.
Escucha, pues, la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Escucha desde el lugar de tu morada, en el cielo. Escucha y perdona.
Pero, por tu inmensa bondad, no los aniquilaste, no los abandonaste, pues eres Dios clemente y lleno de bondad.
que Israel espere en el Se or, pues con él está la gracia y la total salvación.
Una cosa ha dicho Dios, estas dos yo he escuchado: que de Dios es el poder
Pero tú, Se or, eres el Dios piadoso y compasivo, paciente, amable y fiel.
Tú eres bueno, Se or, e indulgente, generoso en favores para todo el que te invoca.
Abandone el imp o su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelva a Yahveh, que se apiada de él, y a nuestro Dios, que perdona continuamente.
Los favores de Yahveh recordaré, las alabanzas de Yahveh, por todo lo que hizo Yahveh con nosotros, por su gran bondad con la casa de Israel, la que él le demostró según su compasión y según la multitud de sus favores.
Aunque nuestras culpas nos acusen, actúa, Yahveh, por amor a tu nombre. En verdad, nuestras rebeld as son muchas, hemos pecado contra ti.
Pero la casa de Israel se rebeló contra m en el desierto; no procedieron según mis leyes, despreciaron mis normas, por medio de las cuales vive el hombre que las cumple, y profanaron constantemente mis sábados. Pensé entonces volcar mi furor sobre ellos exterminándolos en el desierto.
Hemos pecado, hemos cometido iniquidades; hemos hecho el mal; nos hemos rebelado y apartado de tus mandamientos y ordenanzas;
no hemos escuchado a tus siervos los profetas, que hablaron en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros pr ncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del pa s.
A ti, Se or, la justicia; a nosotros, la vergüenza en el rostro, como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los pa ses adonde los arrojaste por las infidelidades que cometieron contra ti.
Yahveh, a nosotros la vergüenza en el rostro, a nuestros reyes, a nuestros pr ncipes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti.
y oró as a Yahveh: '¡Ah Yahveh! ¿No era esto lo que yo me dec a cuando aún estaba en mi pa s? Por eso me apresuré a huir a Tarsis, pues sab a que tú eres clemente y misericordioso, lento a la ira y rico en bondad, y que te arrepientes del mal con que amenazas.