Isa as, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequ as: 'As habla Yahveh, Dios de Israel: he escuchado la plegaria que me has hecho acerca de Senaquerib, rey de Asiria.
Daniel 9:23 - Biblia Castilian 2003 Al comenzar tus súplicas, se dio una orden y he venido a comunicártela, porque eres un hombre apreciado. Fija tu atención en esta orden y comprende la visión. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión. Biblia Nueva Traducción Viviente En cuanto comenzaste a orar, se dio una orden y ahora estoy aquí para decírtela, porque eres muy precioso para Dios. Presta mucha atención, para que puedas entender el significado de la visión. Biblia Católica (Latinoamericana) Al principio de tu oración salió una palabra y he venido para dártela a conocer porque eres amado de Dios. Aplica tu espíritu a esa palabra y comprende la visión. La Biblia Textual 3a Edicion Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres varón muy amado. Presta pues atención a la palabra y entiende la visión: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al comenzar tus súplicas, se dio una orden y he venido a comunicártela, porque eres un hombre apreciado. Fija tu atención en esta orden y comprende la visión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al principio de tus súplicas fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, el asunto, y considera la visión. |
Isa as, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequ as: 'As habla Yahveh, Dios de Israel: he escuchado la plegaria que me has hecho acerca de Senaquerib, rey de Asiria.
Yahveh abomina el sacrificio de los malos; pero se complace en la plegaria de los justos.
Sean tus pechos cual racimos de la vid, y el olor de tu aliento como el de manzanas; tu boca, como el vino más gustoso, que va directamente hacia el amado, fluyendo por los labios y los dientes.
y estuvieran en él estos tres hombres, Noé, Daniel y Job, ellos, por su justicia, se salvar an a s mismos - oráculo del Se or Yahveh.
'Hijo de hombre, mira: voy a quitarte la que es el encanto de tus ojos; pero no te lamentes ni llores ni corran tus lágrimas.
Saquearán tus riquezas, robarán tus mercanc as, derribarán tus murallas, demolerán tus palacios; y tus piedras, tu maderamen y tu escombro, al fondo del mar arrojarán.
En el a o tercero de Ciro, rey de Persia, le fue revelado a Daniel, por sobrenombre Baltasar, este mensaje: 'Verdad y gran combate'. Fijó su atención en el mensaje y se le descubrió su sentido mediante una visión.
y me dijo: 'No temas, hombre apreciado. La paz sea contigo. ¡Vamos, ten ánimo!'. Mientras me hablaba, me sent fortalecido y le dije: 'Hable mi se or, puesto que me has fortalecido'.
Sobre ellos hab a tres inspectores - uno de los cuales era Daniel -, a quienes los sátrapas deb an rendir cuentas para evitar que el rey sufriera menoscabo.
Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, la anunciada por el profeta Daniel, instalada en el lugar santo - entiéndalo bien el que lee -,
Y entrando el ángel a donde ella estaba, la saludó: '¡Salve, plena de gracia! El Se or está contigo'.