pero dije al rey: '¡Viva el rey por siempre! ¿Cómo no ha de estar triste mi semblante, cuando la ciudad en que están los sepulcros de mis padres está en ruinas y sus puertas consumidas por el fuego?'.
Daniel 6:6 - Biblia Castilian 2003 Dijéronse entonces aquellos hombres: 'No encontraremos nada de que acusar a este Daniel, salvo en cuestiones religiosas'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío, para siempre vive! Biblia Nueva Traducción Viviente Así que los administradores y los altos funcionarios se presentaron ante el rey y dijeron: «¡Que viva el rey Darío! Biblia Católica (Latinoamericana) Los altos funcionarios y los gobernadores se precipitaron donde el rey y le dijeron: '¡Viva para siempre el rey Darío!' La Biblia Textual 3a Edicion Por lo que estos gobernadores y sátrapas se reunieron ante el rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío, vive para siempre! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijéronse entonces aquellos hombres: 'No encontraremos nada de que acusar a este Daniel, salvo en cuestiones religiosas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces estos gobernadores y presidentes se juntaron delante del rey, y le dijeron así: Rey Darío, para siempre vive: |
pero dije al rey: '¡Viva el rey por siempre! ¿Cómo no ha de estar triste mi semblante, cuando la ciudad en que están los sepulcros de mis padres está en ruinas y sus puertas consumidas por el fuego?'.
Los caldeos respondieron al rey en arameo: '¡Viva el rey eternamente! Cuenta el sue o a tus siervos y te daremos la interpretación'.
Tomaron la palabra y dijeron al rey Nabucodonosor: '¡Viva el rey eternamente!
La reina, atra da por las palabras del rey y de los magnates, entró en la sala del banquete y, tomando la palabra, dijo: '¡Viva el rey eternamente! No te asusten tus pensamientos ni se demude tu semblante.
Cuando supo Daniel que el documento hab a sido firmado, entró en su casa. Las ventanas de su aposento superior estaban abiertas en dirección a Jerusalén; y tres veces al d a, puesto de rodillas, oraba y alababa a su Dios, como ten a por costumbre hacer.
Y, acercándose al foso, gritó a Daniel con voz angustiada: 'Daniel, siervo del Dios vivo, ¿ha podido librarte de los leones tu Dios, a quien sirves con perseverancia?'.
Citado [éste] a juicio, comenzó Tértulo su acusación diciendo: 'La gran paz de que disfrutamos, gracias a ti, y las mejoras hechas a esta nación por tu providencia,