¿Es que hay algo imposible para Yahveh? En el tiempo se alado, dentro de un a o, volveré de nuevo y para entonces Sara tendrá un hijo'.
Daniel 6:20 - Biblia Castilian 2003 Al amanecer, cuando clareaba el d a, se levantó y fue a toda prisa al foso de los leones. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó allí, gritó con angustia: —¡Daniel, siervo del Dios viviente! ¿Pudo tu Dios, a quien sirves tan fielmente, rescatarte de los leones? Biblia Católica (Latinoamericana) Se acercó al foso y gritó a Daniel con voz angustiada: '¿Daniel, servidor del Dios vivo, ese Dios al que sirves con tanta fidelidad ha sido capaz de librarte de los leones?' La Biblia Textual 3a Edicion Y acercándose al foso gritó con voz afligida a Daniel, y le dijo: ¡Daniel, siervo del Dios viviente! ¿Ha podido librarte de los leones ese Dios a quien sirves continuamente? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al amanecer, cuando clareaba el día, se levantó y fue a toda prisa al foso de los leones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y llegándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste. Y el rey habló a Daniel y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves ¿te ha podido librar de los leones? |
¿Es que hay algo imposible para Yahveh? En el tiempo se alado, dentro de un a o, volveré de nuevo y para entonces Sara tendrá un hijo'.
Preguntad por el Se or y por su fuerza, buscad continuamente su presencia;
alabar quiero al Se or mientras viviere, ta er para mi Dios mientras exista.
'¡Ay, Se or Yahveh! Mira: tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Para ti nada hay imposible;
¿Estáis ahora dispuestos, en el momento en que oigáis el sonido de la trompeta, de la flauta, de la c tara, de la sambuca, del salterio, de la cornamusa y de toda suerte de instrumentos de música, a postraros para adorar la estatua que hice? Porque, si no la adoráis, seréis arrojados al instante a un horno de fuego ardiente. ¿Y quién es el dios que podr a libraros de mis manos?'.
Desde luego, nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos y nos librará del horno de fuego ardiente y de tus manos, ¡oh rey!
Pero aquellos hombres urgieron al rey y le dijeron: 'Recuerda, rey, que, según la ley de los medos y de los persas, toda prohibición o edicto promulgado por el rey es irrevocable'.
Después el rey se fue a su palacio y pasó la noche sin probar alimento. No quiso que le prepararan distracciones ni pudo conciliar el sue o.
Después el rey Dar o escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: '¡Que vuestra paz sea grande!
Por m mismo promulgo este decreto: en todos los dominios de mi reino teman todos y tiemblen ante el Dios de Daniel, porque él es el Dios vivo que subsiste eternamente; su reino no será destruido, y su imperio durará hasta el fin.
Yahveh respondió a Moisés: '¿Acaso ha perdido su vigor el brazo de Yahveh? Vas a ver ahora si lo que te he dicho se cumple en favor tuyo o no'.
Luego les propuso una parábola sobre la necesidad que ten an de orar siempre y de no cansarse nunca.
Nosotros, por nuestra parte, nos consagraremos a la oración y al ministerio de la palabra'.
a quienes, siendo constantes en el bien obrar, buscan gloria y honra e inmortalidad, les dará vida eterna;
Él nos libró de una muerte tan segura y nos librará. En Él hemos puesto la esperanza de que nos seguirá librando.
Sed constantes en la oración, que ella os mantenga en vela, con acción de gracias.
Por esta misma causa soporto yo mi situación actual. Pero no me avergüenzo, porque sé perfectamente de quién me he fiado, y estoy seguro del poder que tiene para guardar hasta aquel d a el depósito que se me confió.
De ah que definitivamente pueda salvar a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder a favor de ellos.
Pero quien fija su atención en la ley perfecta, la de la libertad, y es constante, no como oyente olvidadizo, sino para ponerla por obra, será dichoso al practicarla.
A aquel que puede guardaros sin pecado y presentaros ante su gloria irreprensibles con júbilo;