y bendijo a Abrán diciéndole: 'Bendito sea Abrán del Dios Alt simo, creador del cielo y de la tierra.
Daniel 5:23 - Biblia Castilian 2003 Te has alzado contra el Se or del cielo; has hecho que te trajeran los vasos de su casa, y habéis bebido vino en ellos tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas; has venerado a los dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, y no has glorificado al Dios que tiene en su mano tu hálito vital y todos tus caminos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. Biblia Nueva Traducción Viviente Todo lo contrario, usted desafió con soberbia al Señor del cielo y mandó traer ante usted estas copas que pertenecían al templo. Usted, sus nobles, sus esposas y sus concubinas estuvieron bebiendo vino en estas copas mientras rendían culto a dioses de plata, oro, bronce, hierro, madera y piedra, dioses que no pueden ver ni oír, ni saben absolutamente nada. ¡Pero usted no honró al Dios que le da el aliento de vida y controla su destino! Biblia Católica (Latinoamericana) Al contrario, te alzaste en contra del Señor de los cielos, dispusiste que te trajeran los vasos de su Templo y han tomado vino en ellos tú, tus altos funcionarios, tus mujeres y tus concubinas. Y han bebido a la salud de sus dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que nada ven, nada entienden y nada saben. Pero tú no has glorificado al Dios que tiene tu vida en su mano y a quien pertenece todo tu destino. La Biblia Textual 3a Edicion Antes bien, te has ensoberbecido contra el Señor de los cielos, e hiciste traer delante de ti los vasos de su Casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas estáis bebiendo en ellos, y además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni saben, pero al Dios en cuya mano está tu aliento, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Te has alzado contra el Señor del cielo; has hecho que te trajeran los vasos de su casa, y habéis bebido vino en ellos tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas; has venerado a los dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, y no has glorificado al Dios que tiene en su mano tu hálito vital y todos tus caminos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus príncipes, tus esposas y tus concubinas habéis bebido vino en ellos; además de esto diste alabanza a dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida y de quien son todos tus caminos, no honraste. |
y bendijo a Abrán diciéndole: 'Bendito sea Abrán del Dios Alt simo, creador del cielo y de la tierra.
Entonces Yahveh - Dios formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida y el hombre se convirtió en ser viviente.
Por haber derrotado a Edom, se ha engre do tu corazón. Disfruta de esa gloria, pero quédate en tu casa. ¿Para qué provocar una desventura, en la que vas a caer tú y Judá contigo?'.
Él dispone del alma de todo viviente y del esp ritu de toda carne humana.
Si tú ocultas tu rostro, ellos se aterran; si retiras tu aliento, ellos fenecen, retornando a su polvo.
El aliento perdido, retornan a su tierra, y en ese mismo d a sus miras se malogran.
Yahveh dirige los pasos del hombre; ¿cómo sabrá el hombre su propio camino?
Castigaré en el mundo el mal, en los malvados su culpa, truncaré la soberbia de los insolentes, el orgullo de los tiranos humillaré.
Tú que dec as en tu corazón: 'Subiré a los cielos, por encima de los astros de Dios elevaré mi trono; me sentaré en el Monte de la Asamblea, en el l mite extremo del norte.
Porque es el d a de Yahveh Sebaot: contra todo soberbio y altanero, contra todo enaltecido, para abatirlo,
y han entregado sus dioses al fuego, porque ésos no eran dioses, sino hechuras de manos de hombre, de madera y de piedra. Por eso los pudieron destruir.
¿A quién has escarnecido y ultrajado? ¿Contra quién elevaste la voz y alzaste, insolente, los ojos? ¡Contra el Santo de Israel!
As dice el Se or Yahveh, que creó el cielo y lo extendió, que dilató la tierra y cuanto en ella brota, que da respiro al pueblo que la habita, y aliento a los que andan por ella:
Reconozco, Se or, que no es el hombre due o de su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos.
Embriagadlo, porque contra Yahveh se engrandeció, para que Moab se revuelque en su vómito, y para que también él sea la irrisión.
Escuchad a los fugitivos y evadidos del pa s de Babel, que anuncian en Sión la venganza de Yahveh, nuestro Dios, la venganza de su templo.
Convocad frente a Babel arqueros, todos los que entesan el arco. Acampad frente a ella en derredor; que nadie escape. Pagadle de acuerdo con sus obras, de acuerdo con todo lo que hizo, haced con ella, porque se insolentó contra Yahveh, contra el Santo de Israel.
Se envaneció tu corazón por tu belleza, viciaste tu sabidur a por tu esplendor; en tierra te he arrojado, delante de los reyes te he puesto para que se fijen en ti.
'Hijo de hombre, di al pr ncipe de Tiro. As dice el Se or Yahveh: Tu corazón se ha envanecido y dices: 'Soy un dios, morada de dioses ocupo en el corazón de los mares' - cuando sólo eres un hombre y no un dios, aunque al corazón de Dios equiparas tu corazón -.
por tu gran sabidur a y tu comercio has multiplicado tu fortuna, y con tu fortuna se ufanó tu corazón.
Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'Puesto que se elevó en altura, levantó su copa hasta las nubes y se ufanó en su corazón a causa de su gran estatura,
Aniquilará al ejército y entonces la soberbia dominará su corazón y derribará a mir adas de hombres, pero no conseguirá imponerse.
Se elevó hasta el mismo jefe de este ejército y le quitó el sacrificio perpetuo. Destrozó el fundamento de su santuario,
ni tiene que ser cuidado por manos de hombres, como si estuviera necesitado de algo, ya que es él quien da a todos vida y respiración y todas las cosas.
Pues bien, respecto de comer lo inmolado a los dolos, sabemos que un dolo no es nada en el mundo; y que no hay más que un solo Dios.
No debe ser neófito, no sea que, infatuado, incurra en la misma condenación en que incurrió el diablo.
Nada creado está oculto a su presencia: todo está desnudo y patente a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
El resto de los hombres, los que no fueron exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos, de modo que no dejaron de adorar a los demonios y a los dolos de oro y de plata y de bronce y de piedra y de madera, que no pueden ver ni o r ni andar.
Los pr ncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón, su dios, y regocijarse; pues ellos se dec an: - 'Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo'.
Preguntó David a los hombres que estaban a su lado: '¿Qué se hará con el que mate a este filisteo y haga desaparecer de Israel esta afrenta? ¿Quién es ese filisteo incircunciso, para desafiar as a las huestes del Dios vivo?'.
Tu siervo ha matado leones y osos. Y ese filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a las huestes del Dios vivo'.