Y dijo el Faraón a sus servidores: '¿Podr amos acaso encontrar un hombre como éste, en quien esté el esp ritu de Dios?'.
Daniel 5:11 - Biblia Castilian 2003 Hay en tu reino un hombre que posee el esp ritu de la adivinación divina y ya en tiempo de tu padre se halló en él una luz, una perspicacia y una sabidur a semejantes a las de los dioses. Por eso el rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, de los adivinos, de los caldeos y de los astrólogos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, Biblia Nueva Traducción Viviente Hay un hombre en su reino en quien vive el espíritu de los dioses santos. Durante el reinado de Nabucodonosor, este hombre demostró percepción, entendimiento y sabiduría como la que tienen los dioses. El rey que precedió a usted, o sea su antecesor, el rey Nabucodonosor, lo nombró jefe de todos los magos, los brujos, los astrólogos y los adivinos de Babilonia. Biblia Católica (Latinoamericana) Hay un hombre en tu reino que tiene en sí el espíritu de los dioses santos. Durante el reinado de tu padre pudieron darse cuenta de que había en él una luz, un juicio y una sabiduría digna de los dioses. Por eso el rey tu padre lo puso como jefe de los adivinos, de los magos, de los brujos y de los astrólogos. La Biblia Textual 3a Edicion En tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre, luz e inteligencia y sabiduría, como la sabiduría de los dioses fueron halladas en él, y el rey Nabucodonosor, tu padre, oh rey, lo constituyó príncipe de los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay en tu reino un hombre que posee el espíritu de la adivinación divina y ya en tiempo de tu padre se halló en él una luz, una perspicacia y una sabiduría semejantes a las de los dioses. Por eso el rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, de los adivinos, de los caldeos y de los astrólogos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En tu reino hay un varón, en el cual mora el espíritu de los dioses santos; y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como la sabiduría de los dioses; al cual tu padre, el rey Nabucodonosor, digo, tu padre el rey, constituyó príncipe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos; |
Y dijo el Faraón a sus servidores: '¿Podr amos acaso encontrar un hombre como éste, en quien esté el esp ritu de Dios?'.
Y además se dijo tu sierva: 'S rvame de alivio la palabra del rey, mi se or; pues es como el ángel de Yahveh para o r lo bueno y lo malo'. ¡Que Yahveh, tu Dios, sea contigo!'.
¡Oh s, más sabio que Daniel eres tú! Ningún secreto es para ti un desaf o;
con tu sabidur a y perspicacia te has procurado una fortuna; oro y plata has acumulado en tus tesoros;
jóvenes, sin defecto alguno, de buen parecer, instruidos en toda sabidur a, cultos e inteligentes y capacitados para la vida en la corte, a fin de ense arles la lengua y literatura de los caldeos.
Lo que el rey pide es tan dif cil que nadie se lo puede descubrir al rey, salvo los dioses, cuya morada no está entre los hombres'.
Él es quien revela los secretos más profundos, quien conoce lo que hay en las tinieblas, pues en Él mora la luz.
cuyo ramaje era hermoso y su fruto abundante, que ten a alimento para todos, a cuya sombra se cobijaban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo,
Luego se presentó ante m Daniel, llamado Baltasar en honor a mi dios, en quien reside la inspiración divina, y le conté el sue o:
'Baltasar, jefe de los magos! Yo sé que posees la inspiración divina y que ningún misterio se te oculta: oye el sue o que he tenido y dame a conocer su interpretación'.
He o do decir que posees el esp ritu de la adivinación divina y que hay en ti luz, perspicacia y sabidur a extraordinarias.
El rey mandó a voces que vinieran los adivinos, los caldeos y los astrólogos. Tomó el rey la palabra y dijo a los sabios de Babilonia: 'El que lea esta escritura y me dé su interpretación, será vestido de púrpura, llevará un collar de oro al cuello y será el tercero en el gobierno del reino'.
La multitud, cuando vio lo que hab a hecho Pablo, levantó la voz gritando, en licaónico: 'Los dioses, en forma humana han bajado a nosotros'.
Aconteció que, yendo nosotros al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha que ten a esp ritu adivinino y proporcionaba a sus amos pingües ganancias con sus adivinaciones.
Mira: voy a entregarte algunos de la sinagoga de Satanás, que dicen ser jud os y no lo son, sino que mienten. Los voy a obligar a que vengan y se postren a tus pies, y sepan que te amo.