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Daniel 4:5 - Biblia Castilian 2003

Luego se presentó ante m Daniel, llamado Baltasar en honor a mi dios, en quien reside la inspiración divina, y le conté el sue o:

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Una noche tuve un sueño que me asustó; mientras estaba en la cama vi visiones que me aterraron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al fin se presentó Daniel (llamado Baltasar según el nombre de mi Dios), quien tiene en sí el espíritu de los dioses santos. Le conté el sueño y le dije:

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La Biblia Textual 3a Edicion

Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, me turbaron las imaginaciones y visiones de mi cabeza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego se presentó ante mí Daniel, llamado Baltasar en honor a mi dios, en quien reside la inspiración divina, y le conté el sueño:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Vi un sueño que me espantó, y las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron en mi cama.

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Lòt tradiksyon



Daniel 4:5
15 Referans Kwoze  

Al cabo de dos a os, so ó el Faraón que estaba a la orilla del Nilo


El jefe de los eunucos les puso los nombres siguientes: Daniel se llamar a Baltasar; Anan as, Sidrac; Misael, Misac; y Azar as, Abdénago.


En el a o segundo de su reinado, tuvo Nabucodonosor un sue o que le perturbó hasta tal punto que le era imposible dormir.


El rey les dijo: 'He tenido un sue o, y mi esp ritu está turbado porque deseo comprender su sentido'.


Estaba contemplando yo en mi lecho las visiones de mi mente, cuando de pronto vi un vigilante, un santo que bajaba del cielo.


Su corazón de hombre le será cambiado y le será dado un corazón de bestia; siete tiempos pasarán sobre él'.


'Éste es el sue o que he tenido, yo, el rey Nabucodonosor. Tú, Baltasar, dame a conocer su sentido, ya que ninguno de los sabios de mi reino ha sido capaz de interpretarlo. Pero tú s eres capaz, porque en ti reside la inspiración divina.'


eres tú, ¡oh rey!, que has crecido y te has hecho fuerte; tu grandeza se ha acrecentado y ha llegado hasta el cielo, y tu imperio hasta los confines de la tierra'.


La reina, atra da por las palabras del rey y de los magnates, entró en la sala del banquete y, tomando la palabra, dijo: '¡Viva el rey eternamente! No te asusten tus pensamientos ni se demude tu semblante.


Hay en tu reino un hombre que posee el esp ritu de la adivinación divina y ya en tiempo de tu padre se halló en él una luz, una perspicacia y una sabidur a semejantes a las de los dioses. Por eso el rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, de los adivinos, de los caldeos y de los astrólogos.


En el a o primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel tuvo un sue o y visiones en su mente mientras estaba en el lecho. Después escribió el sue o. Comienzo del relato.


Hasta aqu el relato. Yo, Daniel, quedé asustado de mis pensamientos, palidec y lo guardé todo en mi corazón.