Daniel 4:3 - Biblia Castilian 2003 Di orden de que vinieran a mi presencia todos los sabios de Babilonia, a fin de que me dieran a conocer la interpretación de mi sue o. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su señorío de generación en generación. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Cuán grandiosas son sus señales y cuán poderosas sus maravillas! Su reino durará para siempre, y su dominio por todas las generaciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Ordené entonces que vinieran a verme todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer el significado del sueño. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! ¡Su reino es un reino sempiterno, y su señorío de generación en generación! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Di orden de que vinieran a mi presencia todos los sabios de Babilonia, a fin de que me dieran a conocer la interpretación de mi sueño. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán poderosas sus maravillas! Su reino es un reino eterno, y su señorío es de generación en generación. |
¡Cuántas son, Se or, tus obras, fruto todas de tu sabidur a! De tus propias criaturas la tierra está repleta.
Con su poder domina las edades y sus ojos vigilan las naciones, para que no se engr an los rebeldes. Selah
El zumbido del trueno fue rodando, los rayos alumbraron el espacio y la tierra tembló de conmoción.
Con tus obras, Se or, me das placer, y me gozo de las hechuras de tus manos.
Yahveh, tú eres mi Dios; yo te ensalzo y alabo tu nombre, porque has realizado planes admirables desde antiguo con fiel fidelidad;
También esto procede de Yahveh Sebaot, que se muestra admirable en su consejo y grande en su sabidur a.
Yahveh es el Dios verdadero, el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su ira tiembla la tierra, y las naciones no soportan su furor.
El rey mandó llamar a los magos y adivinos, a los hechiceros y a los caldeos, para que le explicaran aquel sue o. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.
Por el tiempo de esos reyes, suscitará el Dios del Cielo un reino que nunca será destruido ni será entregado a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, mientras que él permanecerá por siempre,
El árbol que viste, que crec a y se hac a fuerte, cuya copa llegaba hasta el cielo y se ve a desde toda la tierra,
Le fueron concedidos dominio, gloria e imperio; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino es un reino que no perecerá.
El reino y el dominio y la grandeza de los reinos bajo el cielo les serán dados al pueblo de los santos del Alt simo. Su reino es un reino eterno, y todos los imperios le servirán y le obedecerán'.
¡Oh profundidad de la riqueza y de la sabidur a y de la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus decisiones, y qué inexplorables sus caminos!
¿Ha intentado jamás venir un dios a escoger para s un pueblo de en medio de otro a fuerza de pruebas, de se ales, de portentos y de guerra, con mano fuerte y brazo tenso y con grandes terrores, como es todo cuanto ha hecho con vosotros Yahveh, vuestro Dios, en Egipto, ante vuestros propios ojos?
¡Al rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén!
Y en cambio, respecto del Hijo: Tu trono, oh Dios, subsiste para siempre; y tu cetro real es un cetro justiciero.
y el mismo Dios abonaba su testimonio con se ales prodigios y con toda suerte de milagros y dones de Esp ritu Santo, repartidos según su voluntad.
El que predica, hágalo como quien profiere palabras de Dios; el que ejerce un ministerio, como quien tiene poder otorgado por Dios. Y as, en todas las cosas será Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenece la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que dec an: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Se or y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.