Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Daniel 3:8 - Biblia Castilian 2003

Entonces se presentaron algunos caldeos y denunciaron a los jud os.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, algunos de los astrólogos se presentaron ante el rey y denunciaron a los judíos.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

En esos momentos, unos hombres de Caldea fueron a acusar a los judíos.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Con tal motivo, se acercaron en aquel momento algunos varones caldeos y acusaron maliciosamente a los judíos.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces se presentaron algunos caldeos y denunciaron a los judíos.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron, y denunciaron a los judíos.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Daniel 3:8
14 Referans Kwoze  

Y como le hab an indicado a qué pueblo pertenec a Mardoqueo, no se contentó con la idea de poner la mano sólo sobre él, sino que resolvió exterminar también a todos los jud os que hab a en todo el reino de Asuero.


jóvenes, sin defecto alguno, de buen parecer, instruidos en toda sabidur a, cultos e inteligentes y capacitados para la vida en la corte, a fin de ense arles la lengua y literatura de los caldeos.


Los caldeos respondieron al rey: 'No hay nadie en el mundo que pueda resolver lo que pretende el rey. Por eso, ningún rey, por grande y poderoso que fuera, preguntó jamás cosa semejante a ningún mago, adivino o caldeo.


El rey mandó llamar a los magos y adivinos, a los hechiceros y a los caldeos, para que le explicaran aquel sue o. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.


Por eso, cuando todos los pueblos oyeron el sonido de la trompeta, de la flauta, de la c tara, de la sambuca, del salterio, de la cornamusa y de toda suerte de instrumentos de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron para adorar la estatua de oro que hab a erigido el rey Nabucodonosor.


'Estaba contemplando en mi lecho las visiones de mi mente, cuando de pronto vi un árbol, de enorme altura, en el centro de la tierra.


Pues bien, como Daniel sobresal a entre los inspectores y los sátrapas, porque pose a un esp ritu extraordinario, el rey pensó ponerlo al frente de todo el reino.


Sólo deseamos o r de tus labios lo que sientes. Porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se la contradice'.