Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
Daniel 3:17 - Biblia Castilian 2003 Desde luego, nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos y nos librará del horno de fuego ardiente y de tus manos, ¡oh rey! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Biblia Nueva Traducción Viviente Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su majestad; Biblia Católica (Latinoamericana) Si nuestro Dios, al que servimos, quiere salvarnos del horno ardiente y de tu mano, nos salvará. La Biblia Textual 3a Edicion ¡He aquí, nuestro Dios a quien servimos, existe! Él tiene poder, oh rey, para librarnos del horno de fuego abrasador y librarnos de tus manos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Desde luego, nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos y nos librará del horno de fuego ardiente y de tus manos, ¡oh rey! Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí nuestro Dios a quien servimos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. |
Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
¿Es que hay algo imposible para Yahveh? En el tiempo se alado, dentro de un a o, volveré de nuevo y para entonces Sara tendrá un hijo'.
Si él calla, ¿quién condenará? Si encubre su rostro, ¿quién lo percibe? Él se preocupa de pueblos e individuos,
El Se or lo socorre y lo rescata, lo libra del imp o y lo preserva, por haber buscado en él refugio.
Como un sue o después de despertar, al alzarte tú, Se or, desprecias sus figuras.
Mirad al Dios de mi salvación: conf o y no temo, que mi fuerza y mi canto es Yahveh y él es mi salvación'.
Estarás cimentada en la justicia, alejada de la opresión, que no temerás, y del terror, que no se te acercará.
No tengas miedo ante ellos, pues contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -.
Pues te pongo frente a este pueblo como muro de bronce inquebrantable: te combatirán, pero no te podrán; pues contigo estoy yo para salvarte y librarte - oráculo de Yahveh -.
Te libraré de la mano de los malvados, y te rescataré de la garra de los tiranos'.
'Bendito eres, Se or, Dios de nuestros padres, y digno de alabanza; y glorioso es tu nombre por los siglos.
Pero aquellos hombres urgieron al rey y le dijeron: 'Recuerda, rey, que, según la ley de los medos y de los persas, toda prohibición o edicto promulgado por el rey es irrevocable'.
Mi Dios envió a su ángel y éste cerró la boca de los leones, que no me han hecho da o alguno, porque he sido hallado inocente ante él. Ni tampoco ante ti, ¡oh rey!, he cometido falta'.
Por m mismo promulgo este decreto: en todos los dominios de mi reino teman todos y tiemblen ante el Dios de Daniel, porque él es el Dios vivo que subsiste eternamente; su reino no será destruido, y su imperio durará hasta el fin.
Pero yo fijaré mi vista en Yahveh, esperaré en el Dios de mi salvación: mi Dios me escuchará.
Pero yo en nada estimo la vida, que sólo considero valiosa para terminar mi carrera y el ministerio que recib del Se or Jesús de anunciar el evangelio de la gracia de Dios.
Respondió entonces Pablo: '¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Estoy dispuesto no sólo a dejarme atar, sino a morir en Jerusalén por el nombre del Se or Jesús'.
Él nos libró de una muerte tan segura y nos librará. En Él hemos puesto la esperanza de que nos seguirá librando.
De ah que definitivamente pueda salvar a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder a favor de ellos.
Y a adió David: 'Yahveh, que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de las manos de ese filisteo'. Dijo entonces Saúl a David: 'Vete, y que Yahveh sea contigo'.
Hoy te entregará Yahveh en mis manos. Yo te mataré y te cortaré la cabeza, y hoy mismo entregaré tu cadáver y los del ejército de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel.