Daniel 2:23 - Biblia Castilian 2003 A ti, Dios de mis padres, alabo y ensalzo, porque me has dado sabidur a y poder, me has revelado lo que te hemos pedido y me descubres el enigma del rey'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Te agradezco y te alabo, Dios de mis antepasados, porque me has dado sabiduría y fortaleza. Me revelaste lo que te pedimos y nos diste a conocer lo que el rey exigía». Biblia Católica (Latinoamericana) Dios de mis padres, te alabo y te glorifico porque me has dado la sabiduría y la fuerza, y porque acabas de darme a conocer lo que te habíamos pedido: nos has revelado el secreto del rey'.
' La Biblia Textual 3a Edicion ¡A ti, oh Dios de mis padres, Te alabo y te doy gracias, Pues me diste sabiduría y fortaleza, Y me revelaste lo que te pedimos: ¡Nos diste a conocer el asunto del rey! Biblia Serafín de Ausejo 1975 A ti, Dios de mis padres, alabo y ensalzo, porque me has dado sabiduría y poder, me has revelado lo que te hemos pedido y me descubres el enigma del rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza, y ahora me enseñaste lo que te pedimos; pues nos has enseñado el asunto del rey. |
Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Terror de Isaac no hubiera estado conmigo, seguramente que me hubieras dejado ir de vac o. Dios ha visto mi congoja y la fatiga de mis manos, y se ha pronunciado la pasada noche'.
Llegado el tiempo de ofrecer la oblación, se acercó el profeta El as y exclamó: '¡Yahveh, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel! Que se reconozca hoy que tú eres el Dios de Israel y yo tu siervo, y que por orden tuya he realizado todas estas cosas.
Que Yahveh, nuestro Dios, sea con nosotros como lo fue con nuestros padres, y no nos rechace ni nos abandone,
Bendijo entonces David a Yahveh en presencia de toda la asamblea diciendo: '¡Bendito seas tú, Yahveh, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre!
Ahora, pues, oh Dios nuestro, te celebramos, y alabamos tu nombre glorioso.
dijo: 'Yahveh, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú el Dios que está en el cielo y no dominas tú sobre todos los reinos de las naciones? ¿No están en tus manos la fuerza y el poder, sin que nadie pueda resistirte?
Con bendición de bienes le sales al encuentro y pones en su frente una corona de oro.
Los secretos del Se or se dan al que le teme, y, para instruirle, su alianza.
Y siguió diciendo Dios a Moisés: 'As hablarás a los israelitas: 'Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre; éste es mi t tulo de generación en generación'.
El sabio expugna la ciudad de los fuertes, derriba el baluarte en que confiaban.
La sabidur a hace al sabio más fuerte que diez gobernantes en una ciudad.
Y digo yo: mas vale la sabidur a que la fuerza pero la sabidur a del pobre se ve despreciada, y sus palabras no son escuchadas.
Aquel d a dirás: 'Te alabo, Yahveh, pues aunque te hab as enojado contra m, se calmó ya tu ira y me has consolado.
llámame y te responderé; te anunciaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces.
Dios otorgó a aquellos cuatro jóvenes conocimiento e inteligencia de toda escritura y sabidur a. Daniel, además, pose a el discernimiento de toda suerte de visiones y sue os.
a fin de que imploraran la misericordia del Dios del Cielo acerca de aquel misterio y no tuvieran que perecer Daniel y sus compa eros con los demás sabios de Babilonia.
No; no suele hacer el Se or Yahveh cosa alguna sin revelar sus designios a sus siervos los profetas.
En aquella ocasión tomó Jesús la palabra y exclamó: 'Yo te bendigo, Padre, Se or del cielo y de la tierra; porque has ocultado estas cosas a sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla.
En aquel momento, Jesús se estremeció de gozo en el Esp ritu Santo y exclamó: 'Yo te bendigo, Padre, Se or del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios y entendidos, y se las has revelado a gente sencilla. S, Padre; as lo has querido tú.
Quitaron, pues, la losa. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: 'Padre, te doy gracias por haberme escuchado.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe qué hace su se or; os he llamado amigos, porque todo lo que he o do de mi Padre os lo he dado a conocer.
Revelación de Jesucristo, la que Dios le dio para que mostrara a sus siervos lo que ha de suceder en breve. Se la manifestó a su siervo Juan por medio del ángel que le envió.
Pero uno de los ancianos me dice: 'Deja de llorar; que ha vencido el león de la tribu de Judá, la ra z de David, para abrir el rollo y sus siete sellos'.