Pero Yahveh espera para apiadarse de vosotros. Se alza para compadeceros; pues Yahveh es un Dios justo: dichosos todos los que esperan en él.
Daniel 12:12 - Biblia Castilian 2003 Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco d as. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Benditos sean los que esperen y permanezcan hasta el fin de los 1335 días! Biblia Católica (Latinoamericana) Feliz el que se mantenga en pie y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. La Biblia Textual 3a Edicion Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurado el que espere, y llegue hasta mil trescientos treinta y cinco días. |
Pero Yahveh espera para apiadarse de vosotros. Se alza para compadeceros; pues Yahveh es un Dios justo: dichosos todos los que esperan en él.
Cuando los hayas terminado, te acostarás luego del lado derecho y cargarás con la iniquidad de la casa de Judá durante cuarenta d as: te cuento un d a por cada a o.'
Él le respondió: 'Hasta dos mil trescientas tardes y ma anas. Entonces será rehabilitado el santuario'.
Porque, si su exclusión es reconciliación del mundo, ¿qué no será su reintegración, sino un volver de la muerte a la vida?
El atrio exterior del templo déjalo aparte y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar dispuesto de parte de Dios, para ser all alimentada durante mil doscientos sesenta d as.
Le dieron a la bestia una boca que profer a palabras grandilocuentes y blasfemas y se le concedió libertad de acción durante cuarenta y dos meses.
Luego vi tronos. A los que se sentaron en ellos se les dio poder de juzgar. Y vi las almas de los que hab an sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios, y a cuantos no hab an adorado la bestia ni su imagen, ni hab an recibido la marca en la frente ni en la mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil a os.