Estas mismas instrucciones dio al segundo, al tercero; y a cuantos caminaban detrás de las manada, diciéndoles: 'En estos términos hablaréis a Esaú, cuando lo encontréis.
Daniel 10:17 - Biblia Castilian 2003 ¿Cómo podr a, pues, este siervo de mi se or hablar a mi se or, si ya no tengo fuerza alguna y ni aun aliento me queda?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Cómo podría alguien como yo, tu siervo, hablar contigo, mi señor? Mis fuerzas se han ido y apenas puedo respirar. Biblia Católica (Latinoamericana) Soy sólo el servidor de mi señor, ¿cómo podré hablar a mi señor si estoy sin fuerzas y me falta el aliento?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Cómo podría, pues, este siervo de mi señor hablar a mi señor, si ya no tengo fuerza alguna y ni aun aliento me queda?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. |
Estas mismas instrucciones dio al segundo, al tercero; y a cuantos caminaban detrás de las manada, diciéndoles: 'En estos términos hablaréis a Esaú, cuando lo encontréis.
Y a adió: 'Pero tú no puedes ver mi rostro, pues el hombre no puede verme y seguir después con vida'.
Me quedé yo solo contemplando esta gran visión; pero me fallaron las fuerzas, se me desfiguró el rostro y perd el vigor.
eres tú, ¡oh rey!, que has crecido y te has hecho fuerte; tu grandeza se ha acrecentado y ha llegado hasta el cielo, y tu imperio hasta los confines de la tierra'.
David mismo dijo, inspirado por el Esp ritu Santo: Dijo el Se or a mi Se or: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies.
A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único, Dios, el que está en el seno del Padre, él es quien lo dio a conocer.
Gedeón se dio cuenta entonces de que aquel era el ángel de Yahveh y exclamó: '¡Ay, Se or m o, Yahveh! ¡Que he visto al ángel de Yahveh cara a cara!'.