Durante la vida de Salomón, Judá e Israel viv an tranquilos, cada cual bajo su parra y su higuera, desde Dan hasta Berseba.
Daniel 1:8 - Biblia Castilian 2003 Daniel decidió en su interior no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino de su mesa, y por eso pidió al jefe de los eunucos que le dispensara de la contaminación. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino dados por el rey. Le pidió permiso al jefe del Estado Mayor para no comer esos alimentos inaceptables. Biblia Católica (Latinoamericana) Daniel decidió no mancharse comiendo de lo que se servía el rey o bebiendo de su vino. Le pidió pues al jefe de los eunucos que no lo obligara a comer esa comida impura. La Biblia Textual 3a Edicion Daniel decidió en su corazón no contaminarse con la comida del rey ni con el vino que bebía, por lo que pidió al príncipe de los eunucos que lo dispensara de esa contaminación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Daniel decidió en su interior no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino de su mesa, y por eso pidió al jefe de los eunucos que le dispensara de la contaminación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al príncipe de los eunucos que se le permitiese no contaminarse. |
Durante la vida de Salomón, Judá e Israel viv an tranquilos, cada cual bajo su parra y su higuera, desde Dan hasta Berseba.
No me dejes tender a la maldad ni, con hombres malvados, ocuparme en acciones criminales: no me alimente yo de sus delicias.
El rey les asignó una ración diaria de comida y vino de la mesa real, para que recibieran educación durante tres a os y se quedaran luego al servicio del rey.
Bebieron vino y alabaron a sus dioses de oro de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.
el cual, al llegar y ver la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a permanecer con firmeza de corazón unidos al Se or,
sino escribirles que se abstengan de las contaminaciones de los dolos, de la fornicación, de lo estrangulado y de la sangre.
Por el contrario, si uno está firme en su corazón y con entera libertad y con dominio de su voluntad ha resuelto en su interior respetar a su compa era, hará bien.
Cada uno dé lo que su corazón le dicte, no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama al que da con alegr a.
los que la grasa de sus v ctimas com an y beb an el vino de sus libaciones? ¡Levántense y vengan en vuestro socorro, que extiendan su protección sobre vosotros!