Contaba José treinta a os de edad cuando se presentó ante el Faraón, rey de Egipto. Se retiró José de la presencia del Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto.
Daniel 1:19 - Biblia Castilian 2003 El rey conversó con ellos; y de entre todos los jóvenes, no se encontró ninguno como Daniel, Anan as, Misael y Azar as. Quedaron, pues, al servicio del rey. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey habló con ellos y ninguno le causó mejor impresión que Daniel, Ananías, Misael y Azarías. De modo que entraron al servicio real. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey les habló y, entre todos ellos, no encontró a ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Se quedaron pues para servir al rey. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando el rey habló con ellos, no fue hallado entre todos ellos ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; y así, permanecieron en presencia del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey conversó con ellos; y de entre todos los jóvenes, no se encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Quedaron, pues, al servicio del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; y así estuvieron delante del rey. |
Contaba José treinta a os de edad cuando se presentó ante el Faraón, rey de Egipto. Se retiró José de la presencia del Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto.
El as, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos a os no ha de haber roc o ni lluvia, sino por orden m a'.
¿Ves un hombre hábil en su oficio? Se pondrá al servicio de los reyes; no quedará entre la gente oscura.
Por esto as dice Yahveh: 'Si te conviertes, te permito volver, podrás estar en mi presencia; si separas lo precioso de la escoria, serás como mi propia boca. Ellos se volverán a ti, tú no te volverás a ellos.
Al cabo del tiempo que el rey hab a fijado para que le fueran presentados, el jefe de los eunucos los llevó ante Nabucodonosor.
jóvenes, sin defecto alguno, de buen parecer, instruidos en toda sabidur a, cultos e inteligentes y capacitados para la vida en la corte, a fin de ense arles la lengua y literatura de los caldeos.
El rey les asignó una ración diaria de comida y vino de la mesa real, para que recibieran educación durante tres a os y se quedaran luego al servicio del rey.
Se encontraban entre ellos Daniel, Anan as, Misael y Azar as, que eran jud os.
El jefe de los eunucos les puso los nombres siguientes: Daniel se llamar a Baltasar; Anan as, Sidrac; Misael, Misac; y Azar as, Abdénago.
Promulgado el decreto de exterminio de los sabios, buscaron a Daniel y a sus compa eros para matarlos también a ellos.
Pues pecamos y procedimos inicuamente, alejándonos de ti, delinquimos en todo y no escuchamos tus preceptos;