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Cantares 8:2 - Biblia Castilian 2003

Yo de gu a, habr a de llevarte a la casa de la madre y tú me ense ar as. Te dar a a beber vino aromático y jugo de granadas.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Yo te llevaría, te metería en casa de mi madre; Tú me enseñarías, Y yo te haría beber vino Adobado del mosto de mis granadas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Te llevaría al hogar de mi infancia, y allí tú me enseñarías. Te daría a beber vino con especias, mi dulce vino de granada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Te llevaría a la casa de mi madre, a la habitación de la que me concibió. Te daría a beber vino fragante y un licor hecho de granada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Te guiaría, te metería en la casa de mi madre, Tú me enseñarías, Y yo te daría a beber vino aromatizado Con el mosto de mis granadas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo de guía, habría de llevarte a la casa de la madre y tú me enseñarías. Te daría a beber vino aromático y jugo de granadas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo te llevaría, te metería en la casa de mi madre, que me enseñaba; te daría a beber vino sazonado del mosto de mis granadas.

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Lòt tradiksyon



Cantares 8:2
16 Referans Kwoze  

Ha matado sus reses y mezclado su vino, también ha puesto la mesa.


Apenas los pasé, topé con el amado de mi alma. Le as y ya no le dejaré, hasta meterlo en la casa de mi madre, en la alcoba de la que a m me concibió.


¡Qué exquisitos tus amores, hermana y novia m a! Tus amores son más sabrosos que el vino; el olor de tus perfumes, más que todos los bálsamos.


Ven, mi amado, salgamos a los campos: pasaremos la noche en las aldeas,


Yo me dije: 'Subiré a la palmera, cogeré sus racimos'.


¡Ah, si fueras mi hermano, amamantado a los pechos de mi madre! Al encontrarte fuera podr a yo besarte sin desprecio de nadie.


Vosotros investigáis las Escrituras, porque en ellas pensáis tener vida eterna. Pues son ellas, precisamente, las que dan testimonio de m.


Pero la Jerusalén de arriba es libre; y ésta es nuestra madre.


y de que desde ni o conoces las Sagradas Escrituras, que tienen el poder de instruirte para la salvación por la fe en Cristo Jesús.


Nos confirma as la palabra profética, a la que hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que despunte el d a y salga el lucero de la ma ana en vuestro corazón.


Yo ca a sus pies para adorarlo. Pero me dijo: 'No hagas eso. Consiervo tuyo soy y de tus hermanos, que tienen el testimonio de Jesús. A Dios has de adorar'. Pues el testimonio de Jesús es el esp ritu de profec a.