Cantares 8:2 - Biblia Castilian 2003 Yo de gu a, habr a de llevarte a la casa de la madre y tú me ense ar as. Te dar a a beber vino aromático y jugo de granadas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo te llevaría, te metería en casa de mi madre; Tú me enseñarías, Y yo te haría beber vino Adobado del mosto de mis granadas. Biblia Nueva Traducción Viviente Te llevaría al hogar de mi infancia, y allí tú me enseñarías. Te daría a beber vino con especias, mi dulce vino de granada. Biblia Católica (Latinoamericana) Te llevaría a la casa de mi madre,
a la habitación de la que me concibió.
Te daría a beber vino fragante
y un licor hecho de granada. La Biblia Textual 3a Edicion Te guiaría, te metería en la casa de mi madre, Tú me enseñarías, Y yo te daría a beber vino aromatizado Con el mosto de mis granadas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo de guía, habría de llevarte a la casa de la madre y tú me enseñarías. Te daría a beber vino aromático y jugo de granadas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo te llevaría, te metería en la casa de mi madre, que me enseñaba; te daría a beber vino sazonado del mosto de mis granadas. |
Apenas los pasé, topé con el amado de mi alma. Le as y ya no le dejaré, hasta meterlo en la casa de mi madre, en la alcoba de la que a m me concibió.
¡Qué exquisitos tus amores, hermana y novia m a! Tus amores son más sabrosos que el vino; el olor de tus perfumes, más que todos los bálsamos.
¡Ah, si fueras mi hermano, amamantado a los pechos de mi madre! Al encontrarte fuera podr a yo besarte sin desprecio de nadie.
Vosotros investigáis las Escrituras, porque en ellas pensáis tener vida eterna. Pues son ellas, precisamente, las que dan testimonio de m.
y de que desde ni o conoces las Sagradas Escrituras, que tienen el poder de instruirte para la salvación por la fe en Cristo Jesús.
Nos confirma as la palabra profética, a la que hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que despunte el d a y salga el lucero de la ma ana en vuestro corazón.
Yo ca a sus pies para adorarlo. Pero me dijo: 'No hagas eso. Consiervo tuyo soy y de tus hermanos, que tienen el testimonio de Jesús. A Dios has de adorar'. Pues el testimonio de Jesús es el esp ritu de profec a.