pero viendo que no pod a dominarle, le tocó en la articulación del muslo. Entonces la articulación del muslo de Jacob se dislocó mientras luchaba contra él.
Cantares 7:5 - Biblia Castilian 2003 Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, las albercas de Jesbón, a las puertas del Bat Rab n. Tu nariz es semejante a la torre del L bano que mira hacia Damasco. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey Suspendida en los corredores. Biblia Nueva Traducción Viviente Tu cabeza es tan majestuosa como el monte Carmelo, y el brillo de tus cabellos irradia realeza. El rey quedó cautivado con tus rizos. Biblia Católica (Latinoamericana) Tus ojos, las piscinas de Jesbón,
junto a la puerta de Bat-Rabím.
Tu nariz es la cumbre del Líbano,
centinela que mira hacia Damasco. La Biblia Textual 3a Edicion Tu cabeza se yergue como el Carmelo, Y tu cabellera es como la púrpura, ¡El rey está cautivo en tus trenzas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, las albercas de Jesbón, a las puertas del Bat Rabín. Tu nariz es semejante a la torre del Líbano que mira hacia Damasco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey ligada en los corredores. |
pero viendo que no pod a dominarle, le tocó en la articulación del muslo. Entonces la articulación del muslo de Jacob se dislocó mientras luchaba contra él.
y que puedas ba ar tus pies en sangre, que la lengua de tus perros tenga en los enemigos su porción'.
cierva preciosa, linda gacela. Que siempre te embriaguen sus encantos y siempre estés prendado de su amor.
¡Qué bella eres, amada m a, qué hermosa eres! Tus ojos son palomas, a través de tu velo. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad.
Tu garganta, la torre de David, construida para trofeos: mil broqueles cuelgan de ella; todos, escudos de valientes.
Su cabeza, oro puro, sus guedejas, racimos de palmera y negras como el cuervo.
Como el narciso ha de florecer; exultará, s, exultará jubiloso. Le ha sido concedida la gloria del L bano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios.
Pastorea a tu pueblo con tu cayado, al reba o de tu heredad, que mora apartado en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que pazcan en Basán y Galaad, como en los d as de anta o!
pues Jesbón era la ciudad de Sijón, rey de los amorreos, que hab a hecho la guerra al primer rey de Moab y le hab a arrebatado todo su territorio hasta el Arnón.
Porque donde están dos o tres congregados para invocar mi nombre, all estoy yo entre ellos'.
y ense ándoles a observar todo cuanto yo os he mandado. Y mirad: yo estoy con vosotros todos los d as hasta el final de los tiempos'.
Puso bajos sus pies todas las cosas y lo dio por cabeza suprema a la Iglesia,
Él es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia; él, que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que as él tenga primac a en todo:
y no permaneciendo unido a la cabeza, de la cual todo el cuerpo, por medio de junturas y articulaciones, recibe alimento y cohesión para su crecimiento de Dios.
Su cabeza, es decir, sus cabellos, eran blancos como blanca lana, como nieve, sus ojos como llama de fuego,