No habrá en tu tierra mujer que aborte ni que sea estéril. Y colmaré el número de tus d as.
Cantares 4:2 - Biblia Castilian 2003 Tus dientes, como reba o de ovejas esquiladas cuando salen del ba o: todas llevan mellizos, sin cr a no hay ninguna. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas, Que suben del lavadero, Todas con crías gemelas, Y ninguna entre ellas estéril. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus dientes son blancos como ovejas recién esquiladas y bañadas. Tu sonrisa es perfecta; cada diente hace juego con su par. Biblia Católica (Latinoamericana) Tus cabellos,
como un rebaño de cabras
que ondulan por las pendientes de Galaad.
Tus dientes, ovejas esquiladas
que acaban de bañarse,
cada una tiene su melliza
y ninguna la ha perdido. La Biblia Textual 3a Edicion Tus dientes, cual rebaño de ovejas trasquiladas, Que suben del lavadero, Todas con crías gemelas Y ninguna estéril entre ellas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tus dientes, como rebaño de ovejas esquiladas cuando salen del baño: todas llevan mellizos, sin cría no hay ninguna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tus dientes, como rebaño de ovejas trasquiladas que suben del lavadero, todas con crías mellizas, y ninguna entre ellas estéril. |
No habrá en tu tierra mujer que aborte ni que sea estéril. Y colmaré el número de tus d as.
¡Qué bella eres, amada m a, qué hermosa eres! Tus ojos son palomas, a través de tu velo. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad.
Tus labios, como cinta de escarlata y tu boca graciosa. Tus mejillas, como mitades de granada a través de tu velo.
Tus dientes, como reba o de ovejas esquiladas cuando salen del ba o; todas llevan mellizos, sin cr a no hay ninguna.
Aparec an tus palabras y yo las devoraba; tu palabra era mi gozo y la alegr a de mi corazón, pues sobre m se invocaba tu nombre, Yahveh, Dios Sebaot.
Si permanecéis en m y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y os será concedido.
Por eso precisamente damos sin cesar gracias a Dios; porque cuando acogisteis la palabra de Dios que nosotros os anunciábamos, no la acogisteis como palabra humana, sino - como es en realidad - como palabra de Dios, que ejerce su acción en vosotros, los creyentes.