Escucha, hija, atiende y apresta tus o dos: olvida tu nación y tu familia.
Cantares 4:1 - Biblia Castilian 2003 ¡Qué bella eres, amada m a, qué hermosa eres! Tus ojos son palomas, a través de tu velo. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; Tus ojos entre tus guedejas como de paloma; Tus cabellos como manada de cabras Que se recuestan en las laderas de Galaad. Biblia Nueva Traducción Viviente Eres hermosa, amada mía; tan hermosa que no puedo expresarlo. Tus ojos son como palomas detrás del velo. Tu cabello cae en ondas, como un rebaño de cabras que serpentea por las laderas de Galaad. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Qué bella eres, amada mía,
qué bella eres!
Tus ojos son como palomas
detrás de tu velo. La Biblia Textual 3a Edicion Él He aquí eres hermosa, amada mía. ¡He aquí, eres hermosa! Tus ojos son palomas a través de tu velo, Tus cabellos como un rebaño de cabras Que descienden al alba del monte Galaad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Qué bella eres, amada mía, qué hermosa eres! Tus ojos son palomas, a través de tu velo. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí que tú eres hermosa, amada mía, he aquí que tú eres hermosa; tus ojos entre tus guedejas como de paloma; tus cabellos como rebaño de cabras, que se muestran desde el monte de Galaad. |
Escucha, hija, atiende y apresta tus o dos: olvida tu nación y tu familia.
Paloma m a que anidas en las grietas de la roca, en los huecos escarpados, déjame ver tu figura, hazme sentir tu voz; que tu voz es suave, tu figura, graciosa.
Desv a de m tus ojos, que me están asaltando. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad.
Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, las albercas de Jesbón, a las puertas del Bat Rab n. Tu nariz es semejante a la torre del L bano que mira hacia Damasco.
Pues as dice Yahveh acerca de la casa del rey de Judá: Un Galaad eres para m, una cumbre del L bano; pero haré de ti un desierto, como las ciudades no habitadas.
Se divulgó tu fama por las naciones a causa de tu belleza, aún más resaltada por las galas que yo puse en ti - oráculo del Se or Yahveh.'
Pastorea a tu pueblo con tu cayado, al reba o de tu heredad, que mora apartado en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que pazcan en Basán y Galaad, como en los d as de anta o!
Los hijos de Rubén y de Gad ten an inmensos reba os. Viendo que el pa s de Yazer y el de Galaad eran regiones propicias para la cr a de ganado,
Cargad con mi yugo y aprended de m, porque soy manso y humilde de corazón, y hallaréis reposo para vosotros;
Y nosotros todos, con el rostro descubierto, reflejando como en un espejo la gloria del Se or, su imagen misma, nos vamos transfigurando con gloria creciente como por la acción del Se or, que es Esp ritu.