Cantares 1:6 - Biblia Castilian 2003 No reparéis si estoy morena, pues el sol me ha bronceado. Mis hermanos se enfadaron conmigo: me pusieron a guardar vi as, y mi vi a no he guardado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé. Biblia Nueva Traducción Viviente No me miren así por ser morena; el sol ha bronceado mi piel. Mis hermanos se enojaron conmigo; me obligaron a cuidar de sus viñedos, por eso no pude cuidarme a mí misma, mi propio viñedo. Biblia Católica (Latinoamericana) No se fijen en que estoy morena,
el sol fue el que me tostó.
Los hijos de mi madre, enojados contra mí,
me pusieron a cuidar las viñas.
Mi viña yo la había descuidado. La Biblia Textual 3a Edicion No reparéis en que soy muy morena, Porque el sol me ha mirado. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, Me pusieron a guardar las viñas, Y mi viña, que era mía, no la guardé. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No reparéis si estoy morena, pues el sol me ha bronceado. Mis hermanos se enfadaron conmigo: me pusieron a guardar viñas, y mi viña no he guardado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No se fijen en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se enojaron contra mí, me hicieron guarda de las viñas, y mi viña, que era mía, no guardé. |
Por tu causa es, ciertamente, el que yo sufra vejación y que me cubran el rostro las afrentas,
S; tus propios hermanos y la casa de tu padre, ellos mismos te son desleales; también ellos te critican a pleno pulmón. No te f es de ellos, aunque te den buenas palabras.
Por el hundimiento de la hija de mi pueblo estoy hundido, estoy triste, la consternación me sobrecoge.
Más negro es hoy su rostro que el holl n; Jet nadie los reconoce por las calles. Su piel se ha pegado a sus huesos, seca está como madera.
Porque el hijo insulta al padre, la hija se rebela contra la madre, la nuera contra la suegra: los enemigos del hombre son los de su casa.
Seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que se mantenga firme hasta el final, éste se salvará.
Ya es bastante que el disc pulo llegue a ser como su maestro, y el esclavo como su se or. Si al se or de la casa lo han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a los que viven con él!
pero, en cuanto salió el sol, se agostó; y como no hab a echado ra ces, se secó.
confortando a los disc pulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones tenemos que pasar para entrar en el reino de Dios.
Pero como entonces el engendrado según la naturaleza persegu a al engendrado según el Esp ritu, as también ahora.