Cuando los camellos acabaron de beber, tomó el hombre un anillo de oro de medio siclo de peso y dos brazaletes de diez siclos de oro, se los puso en la mano,
Cantares 1:10 - Biblia Castilian 2003 ¡Qué graciosas tus mejillas con pendientes; tu garganta con collares! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, Tu cuello entre los collares. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Qué hermosas son tus mejillas! ¡Tus pendientes las encienden aún más! ¡Qué hermoso es tu cuello realzado con un collar de joyas! Biblia Católica (Latinoamericana) Tus mejillas se ven lindas con esos aros
y tu cuello entre los collares. La Biblia Textual 3a Edicion Hermosas son tus mejillas entre las trenzas, Tu cuello, entre collares de corales. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Qué graciosas tus mejillas con pendientes; tu garganta con collares! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares. |
Cuando los camellos acabaron de beber, tomó el hombre un anillo de oro de medio siclo de peso y dos brazaletes de diez siclos de oro, se los puso en la mano,
Luego le pregunté: '¿De quién eres hija?' Respondió: 'Soy hija de Betuel, el hijo de Najor que le dio Milcá'. Puse un anillo en su nariz y brazaletes en sus brazos.
Luego el criado sacó objetos de plata y oro, y vestidos, y se lo dio todo a Rebeca. Entregó también ricos presentes a su hermano y a su madre.
El Faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José; mandó que lo vistieran con ropas de lino fino y puso un collar de oro en su cuello.
Me has raptado el corazón, hermana, novia m a me has raptado el corazón con una de tus miradas, con una sarta del collar.
Sus mejillas, arriate de bálsamo, almáciga de hierbas aromáticas. Sus labios, amapolas que destilan mirra.
Con inmenso gozo me gozaré en Yahveh; exulta mi alma en mi Dios, pues me vistió con ropas de salvación, con manto de justicia me cubrió, como el novio se coloca la corona y como la novia se adorna con sus joyas.
Traemos, pues, como ofrenda a Yahveh, los objetos de oro que cada uno de nosotros ha capturado: brazaletes, cadenillas, anillos, pendientes y collares, para hacer por nosotros ante Yahveh el rito de expiación'.
sino que sea el interior del corazón, un inalterable esp ritu suave y tranquilo. Esto es lo precioso ante Dios.