As que, si mi padre os impuso un yugo pesado, yo agravaré aún más vuestro yugo. Mi padre os azotó con látigos, pero yo os azotaré con escorpiones ''.
Apocalipsis 9:3 - Biblia Castilian 2003 Del humo salieron langostas sobre la tierra a las que se les dio poder parecido al que tienen los escorpiones de la tierra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces del humo salieron langostas y descendieron sobre la tierra, y se les dio poder para picar como escorpiones. Biblia Católica (Latinoamericana) De esa humareda salieron langostas, que se esparcieron por la tierra, y se les dio la misma capacidad que tienen los alacranes de la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Y del humo salieron langostas a la tierra, y les fue dado poder° como el poder° que tienen los escorpiones de la tierra.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del humo salieron langostas sobre la tierra a las que se les dio poder parecido al que tienen los escorpiones de la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y les fue dado poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. |
As que, si mi padre os impuso un yugo pesado, yo agravaré aún más vuestro yugo. Mi padre os azotó con látigos, pero yo os azotaré con escorpiones ''.
As que, si mi padre os impuso un yugo pesado, yo agravaré aún más vuestro yugo. Mi padre os azotó con látigos, pero yo os azotaré con escorpiones''.
Les habló como le hab an aconsejado los jóvenes y les dijo: 'Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo lo agravaré todav a más. Mi padre os azotó con látigos, yo os azotaré con escorpiones'.
Se amontona el bot n como montón de saltamontes; como se lanzan las langostas, se lanzan sobre él.
En cuanto a ti, hijo de hombre, no los temas, ni temas tampoco sus palabras, aunque sean para ti cardos y espinas y tengas que vivir entre escorpiones; no temas sus palabras ni te desanimes por causa de ellos, pues son una raza rebelde.
Lo que dejó el grillo lo devoró el saltamontes; lo que dejó el saltamontes lo devoró la langosta; lo que dejó la langosta lo devoró la caballeta.
Os compensaré por los a os en que os devoraron el saltamontes y la langosta, la caballeta y el grillo, mi gran ejército que envié contra vosotros.
All te consumirá el fuego, te devorará como la langosta. Multipl cate como la langosta, pulula como el saltamontes,
Tus guardianes son como saltamontes, tus escribas como nube de insectos que se posan en los paredones en d as de fr o. Sale el sol y se escapan y nadie sabe adónde.
Mirad que os he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones, y contra toda la fuerza del enemigo, sin que nada pueda haceros da o.
el que te condujo por el vasto y terrible desierto, por tierra de serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra árida, donde faltaba el agua; el que hizo brotar agua para ti de la piedra dura como el pedernal,
No se les dio poder para que los matasen, sino para que los atormentasen por cinco meses. El tormento que causaban era como el de la picadura del escorpión.
La apariencia de las langostas era como de caballos equipados para la guerra; ten an sobre sus cabezas coronas que parec an de oro y sus rostros eran rostros humanos.
Los madianitas, los amalecitas y todos los hijos de oriente hab an ca do sobre el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables, como las arenas de las orillas del mar.