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Apocalipsis 8:8 - Biblia Castilian 2003

Tocó el segundo ángel. Y fue arrojado al mar algo as como una gran monta a, ardiendo en llamas. La tercera parte del mar se convirtió en sangre,

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el segundo ángel tocó su trompeta, y una gran montaña de fuego fue lanzada al mar. La tercera parte de las aguas del mar se convirtió en sangre,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tocó el segundo ángel su trompeta, y algo así como un inmenso cerro fue echado al mar: la tercera parte del mar se convirtió en sangre,

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La Biblia Textual 3a Edicion

El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en llamas° fue precipitada al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tocó el segundo ángel. Y fue arrojado al mar algo así como una gran montaña, ardiendo en llamas. La tercera parte del mar se convirtió en sangre,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo con fuego fue lanzada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

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Lòt tradiksyon



Apocalipsis 8:8
13 Referans Kwoze  

Heme aqu contra ti, monta a destructora - oráculo de Yahveh -, que destruyes toda la tierra: extenderé mi mano contra ti, te echaré a rodar desde las rocas y te haré monta a calcinada.


'En cuanto al profeta, si se deja seducir y dice una palabra, yo, Yahveh, habré seducido a ese profeta; extenderé mi mano contra él y lo exterminaré de en medio de mi pueblo Israel.


Esto me mostró el Se or Yahveh: he aqu al Se or Yahveh, que llegaba a juzgar por el fuego: el fuego devoró el gran abismo y comenzaba a devorar el campo.


Sucederá en todo el pa s - oráculo de Yahveh - que dos terceras partes serán exterminados, perecerán, y sólo un tercio quedará en él.


Meteré ese tercio en el fuego: los purificaré como se purifica la plata y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo lo escucharé y diré: 'Éste es mi pueblo'. Y él dirá: 'Yahveh es mi Dios'.'


Os aseguro que quien diga a este monte: 'Qu tate de ah y échate al mar' - y esto sin titubear en su corazón, sino creyendo que se hará lo que dice - lo conseguirá.


Tienen el poder de cerrar el cielo para que no caiga lluvia durante los d as de su ministerio profético, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con cualquier plaga cuantas veces quieran.


Su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo y las arroja a la tierra. El dragón se detuvo ante la mujer que estaba a punto de alumbrar, para devorar a su hijo en cuanto lo diese a luz.


Tocó el primero. Hubo granizada y fuego mezclado con sangre, que fueron arrojados sobre la tierra y quedó abrasada la tercera parte de la tierra; abrasada la tercera parte de los árboles, abrasada toda la hierba verde.


Fueron soltados los cuatro ángeles, preparados para aquella hora y d a y mes y a o, para que mataran a la tercera parte de los hombres.


Por estas tres plagas murió la tercera parte de los hombres: por el fuego, el humo y el azufre que brotaba de sus fauces.