Y sucederá que, cuando yo me aleje de ti, el esp ritu de Yahveh te llevará adonde yo no sepa; y después que yo se lo haya anunciado a Ajab, él no te encontrará, y entonces me matará, a pesar de que tu siervo teme a Yahveh desde su juventud.
Apocalipsis 21:10 - Biblia Castilian 2003 Me llevó en esp ritu a un monte grande y elevado y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, de parte de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, Biblia Nueva Traducción Viviente Así que me llevó en el Espíritu a una montaña grande y alta, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, desde la presencia de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios, La Biblia Textual 3a Edicion Y me llevó en espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la° ciudad santa, Jerusalem,° descendiendo del cielo, de Dios, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me llevó en espíritu a un monte grande y elevado y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, de parte de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios, |
Y sucederá que, cuando yo me aleje de ti, el esp ritu de Yahveh te llevará adonde yo no sepa; y después que yo se lo haya anunciado a Ajab, él no te encontrará, y entonces me matará, a pesar de que tu siervo teme a Yahveh desde su juventud.
Luego le dijeron: 'Mira, entre tus siervos hay cincuenta hombres valerosos; deja que vayan a buscar a tu se or, no sea que el esp ritu de Yahveh lo haya tomado y lo haya arrojado en algún monte o algún valle'. Él les respondió: '¡No los enviéis!'.
El esp ritu me elevó y me llevó a la puerta oriental del templo de Yahveh, la que mira a oriente. Y vi que a la entrada de la puerta hab a veinticinco hombres, entre los cuales vi a Yazan as, hijo de Azur, y a Pelat as, hijo de Bena as, jefes del pueblo.
El esp ritu me levantó y me llevó en visión, por el esp ritu de Dios, en dirección a Caldea, a los deportados, y as desapareció de mi vista la visión que hab a tenido.
El esp ritu me elevó y me arrebató, y yo iba amargado por la excitación de mi esp ritu, pues la mano de Yahveh pesaba sobre m.
Alargó una especie de mano y me asió por un mechón de los pelos de la cabeza; entonces el esp ritu me elevó entre la tierra y el cielo y me llevó, en visiones divinas, a Jerusalén, a la entrada de la puerta interior que mira al norte, donde estaba el emplazamiento del dolo del celo que provoca los celos.
Apenas salieron del agua, el Esp ritu del Se or arrebató a Felipe y no volvió a verlo el eunuco, que siguió su camino lleno de alegr a.
Fui arrebatado en esp ritu, el d a del Se or, y o detrás de m una gran voz, como de trompeta,
El atrio exterior del templo déjalo aparte y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
Y me llevó en esp ritu a un desierto. Vi a una mujer montada sobre una bestia roja que estaba llena de nombres blasfemos y ten a siete cabezas y diez cuernos.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, preparada como esposa ataviada para su esposo.
Al que venza, lo haré columna en el santuario de mi Dios, y no saldrá ya fuera jamás; grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, de la nueva Jerusalén, la que baja del cielo, de junto a mi Dios, y mi nombre nuevo'.
Al punto fui arrebatado en esp ritu. Y vi un trono colocado en el cielo y sobre el trono, a uno sentado.