Entonces Yahveh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de Yahveh, desde el cielo,
Apocalipsis 20:9 - Biblia Castilian 2003 Avanzaron por la superficie de la tierra y cercaron el campamento del pueblo santo y la ciudad amada. Pero bajó fuego del cielo y los devoró. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Biblia Nueva Traducción Viviente Y los vi cuando subían por toda la anchura de la tierra y rodeaban al pueblo de Dios y a la ciudad amada; pero cayó fuego del cielo sobre el ejército que atacaba y lo consumió. Biblia Católica (Latinoamericana) Invadieron el país entero y cercaron el campamento de los santos, la Ciudad muy amada, pero bajó fuego del cielo y los devoró. La Biblia Textual 3a Edicion Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, pero° descendió fuego del cielo y los devoró. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Avanzaron por la superficie de la tierra y cercaron el campamento del pueblo santo y la ciudad amada. Pero bajó fuego del cielo y los devoró. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos, y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los devoró. |
Entonces Yahveh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de Yahveh, desde el cielo,
El criado del varón de Dios se levantó muy de ma ana y, al salir fuera, se encontró con que un fuerte ejército, con caballos y carros, rodeaba la ciudad. El criado de Eliseo le dijo: '¡Ay, se or m o! ¿Qué haremos?'.
Que desde hace tiempo está preparada la pira, también para el rey; la pira es ancha y profunda, con fuego y le a abundante; el soplo de Yahveh, cual torrente de azufre, la encenderá.
Salió el ángel de Yahveh y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. Cuando se levantaron por la ma ana, vieron que no hab a más que cadáveres.
Avanzarás contra mi pueblo Israel como un nublado que cubre la tierra. Será en los últimos d as. Te traeré contra mi pa s, para que me conozcan las naciones cuando muestre mi santidad ante sus ojos por medio de ti, Gog'.
Entablaré un juicio con él por medio de la peste y de la sangre, y haré llover sobre él, sobre sus hordas y sobre los pueblos numerosos que están con él, una tromba torrencial: granizo, fuego y azufre.
Avanzarás, llegarás como un huracán, serás como un nublado que cubre la tierra, tú y tus hordas y muchos pueblos contigo.'
Prenderé fuego a Magog y a los que moran seguros en las islas; y sabrán que yo soy Yahveh.
El que abre el camino subirá delante de ellos: ellos avanzan, pasan la puerta y salen por ella. Al frente de ellos marcha su rey. ¡Yahveh, a la cabeza!
Mirad: yo suscito a los caldeos, pueblo violento e impetuoso, que recorre la anchura de la tierra para conquistar moradas ajenas.
Aconteció que el pueblo profirió amargos lamentos que sonaron mal a los o dos de Yahveh. Yahveh lo oyó, se encendió su ira y ardió contra ellos un fuego de Yahveh que devoró un extremo del campamento.
Salió un fuego de Yahveh y abrasó a los doscientos cincuenta hombres que hab an ofrecido el incienso.
pero, el d a en que salió Lot de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y acabó con todos.
Porque d as llegarán sobre ti, en que tus enemigos te cercarán de empalizadas, te sitiarán y te oprimirán por todas partes;
Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed que su devastación está cerca.
Cuando los disc pulos Santiago y Juan vieron esto le dijeron: 'Se or, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo y los devore? '.
En tu equipo llevarás una estaca; y cuando hayas de agacharte allá fuera, cavarás con ella un hoyo, y después te volverás y cubrirás tus excrementos.
en medio de un fuego flameante, para hacer justicia con los que no han reconocido a Dios y no han aceptado el evangelio de nuestro Se or Jesús.
Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, cargados con su oprobio;
Si alguien pretende causarles mal, saldrá fuego de la boca que devorará a sus enemigos. Si alguien pretende causarles mal, morirá sin remedio.
Obra grandes prodigios, incluso hacer bajar fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres.