La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh - Dios hab a hecho, dijo a la mujer: '¿Conque os ha dicho Dios: 'No comáis de ningún árbol del para so'?'.
Apocalipsis 20:2 - Biblia Castilian 2003 Se apoderó del dragón, de la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil a os. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; Biblia Nueva Traducción Viviente Sujetó con fuerza al dragón —la serpiente antigua, quien es el diablo, Satanás— y lo encadenó por mil años. Biblia Católica (Latinoamericana) Sujetó al monstruo, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por mil años. La Biblia Textual 3a Edicion Y prendió al dragón, la serpiente antigua,° que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se apoderó del dragón, de la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y le ató por mil años; |
La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh - Dios hab a hecho, dijo a la mujer: '¿Conque os ha dicho Dios: 'No comáis de ningún árbol del para so'?'.
Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás al talón'.
Entonces le dijo Yahveh: '¿De dónde vienes?'. Respondió Satán: 'De merodear por la tierra y pasearme por ella'.
serán agrupados en montón, como prisioneros en la cárcel, recluidos en mazmorra; y después de muchos d as serán castigados.
Aquel d a castigará Yahveh con su espada resistente, gigante, potente, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.
Midió otros mil: era un r o que no se pod a vadear, porque el agua era tan alta que hab a que pasarla a nado; no era un r o vadeable.
Y todo aquel que por mi nombre haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o campos, recibirá mucho más y heredará vida eterna.
Y se pusieron a gritar: '¿Qué tienes tú que ver con nosotros, Hijo de Dios? ¿Viniste antes de tiempo para atormentarnos?'.
Unos están al borde del camino; en ellos se ha sembrado la palabra; pero, apenas la oyen, viene Satanás y se lleva la palabra que fue sembrada en ellos.
y a grandes gritos le dice: '¿Qué tienes tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Alt simo? Por Dios te conjuro que no me atormentes'.
'Éste es el momento de la condenación de este mundo; ahora el jefe de este mundo será arrojado fuera.
Y el Dios de la paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Se or Jesús sea con vosotros.
Y como los hijos comparten la sangre y la carne, de igual modo él participó de ambas, para que as, por la muerte, destruyera al que ten a el dominio de la muerte, o sea, al diablo,
Sed sobrios, velad. Vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar.
Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en el abismo, en cavernas tenebrosas, los entregó para ser custodiados hasta el juicio.
Y a los ángeles que no supieron conservar su alto rango, sino que abandonaron su propia morada, los tiene guardados con cadenas perpetuas, sepultados en tinieblas, para el juicio del gran d a.
Cuando el dragón se vio arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que hab a dado a luz al varón.
La serpiente arrojó de sus fauces, detrás de la mujer, agua como un r o, para que la corriente la arrastrara.
El dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra los demás descendientes de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.
Y apareció otra se al en el cielo: un gran dragón de un rojo encendido, que ten a siete cabezas y diez cuernos y, sobre sus cabezas, siete diademas.
Su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo y las arroja a la tierra. El dragón se detuvo ante la mujer que estaba a punto de alumbrar, para devorar a su hijo en cuanto lo diese a luz.
Fue arrojado el gran dragón, la antigua serpiente, el que se llama Diablo y Satanás, el que seduce al universo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
La bestia que vi era semejante a una pantera, sus patas eran como de oso y sus fauces como fauces de león. El dragón le dio su poder y su trono y gran autoridad.
Adoraron al dragón, porque hab a dado la autoridad a la bestia, y adoraron también a la bestia, diciendo: '¿Quién como la bestia? ¿Quién puede luchar contra ella?'.
El diablo que los hab a seducido fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta, y serán atormentados d a y noche por los siglos de los siglos.
Tienen sobre s por rey al ángel del abismo. Su nombre en hebreo es Abaddón, y en griego Apol on.